jueves, 29 de marzo de 2012

2012.03.25 II Carrera de Montaña SubBética de Zuheros (Córdoba)

Hola de nuevo, soy Luismi, no me suelo prodigar mucho pero creo que estas ocasiones (las carreras en las que participamos) merecen la pena compartirlas con todos, sobre todo, más que los datos técnicos que en muchas páginas se pueden encontrar, quiero compartir sensaciones, pensamientos, anécdotas, etc, todo lo que sucede durante la carrera y que hace que nosotros las grabemos en nuestros disco duro y no las borremos, pues ese tipo de cosas son las que quiero compartir con vosotros.
Durante la semana anterior a la prueba, cuando la gente te preguntaba si ibas a correr y les decías que sí, que una carrera corta por montaña de 26 kilómetros y veías su mirada, empezabas a comprender que lo que estamos preparando hace que nuestra perspectiva de las distancias sea diferente que para el resto de “mortales” y que quizás sin querer empecemos a subestimar ciertas distancias.

Partí hacia Zuheros (Córdoba) el sábado por la mañana, donde de avanzadilla iba un grupo del club de amigos que se habían organizado algo mejor que yo y que nos tomaron la delantera, y digo nosotros porque iba con toda la familia, ya que la carrera era la excusa perfecta para pasar un fin de semana entre amigos y practicando el hobby que a todos nos unía.

Una vez allí,  todo fue estupendo, lo único que me preocupaba un poco era lo inestable del tiempo, que, a ratos, cambiaba y se nublaba dejando caer alguna gota y en otros momentos salía el sol y apretaba de justicia. Con el miedo que le tengo al frio y a la lluvia en competición, era un mar de dudas sobre que ropa utilizaría al día siguiente.

Ya por la tarde, recogimos los dorsales y pasamos el tiempo en agradable compañía, pero a la hora de la cena, empezaron los fantasmas del pasado a rondarme la cabeza por la mala experiencia de la última carrera a la que había ido con Iván, Jose Luis y Toty, en la que estuve arrojando toda la cena y pasando una noche de perros, por lo que opte por la cena que no me iba a hacer daño……….no cenar (a grandes males, grandes remedios)



Al día siguiente, y con el cambio de hora toco levantarse temprano, pero allí estábamos un grupo del club Corricollano, dispuestos a llenar las calles del pueblecito acogedor de Zuheros con los colores de nuestro club.
Antes de la salida reconocí a Raúl, el “chaval” que me gano en mi carrera de debut en montaña, la subida al pico Gilillo en Cazorla y que tuve la suerte de realizar un 2º puesto. Cuando le saludé comprobé con gran alegría que me recordaba e intenté darle ánimos para la carrera puesto que era un runner con mucha clase, pero él, sin querer, me quito a mí los ánimos que yo llevaba cuando me empezó a “recitar” el ramillete de corredores con clase que allí se habían juntado, ¡madre mía! ¿dónde me he metido yo?, pensé al nombrarme por lo menos 20 tios con una super-clase en este tipo de carreras, pero bueno alli estaba yo dispuesto a no desentonar demasiado
¡La salida es neutralizada hasta salir del pueblo! Oí mientras calentaba y pensé genial así me dará tiempo a calentar y entrar en carrera. Llegó la hora, sonó el disparo y ahí estábamos en la salida neutralizada, detrás del coche de la organización, al cual empujaban los corredores ansiosos por correr………………..me miro el reloj porque tenía la sensación de ir algo rápido y descubro que íbamos a 3 min y 04 seg el kilómetro, !!!! menos mal que era neutralizada!!!!!. Una vez dejamos el asfalto y llegamos a la tierra el coche comenzó a levantar polvo por lo que nos comenzamos a quejar, esto hizo que el coche se adelantará………………….fue peor el remedio que la enfermedad,  porque esto dió pista libre a estas liebres.



Allí estábamos en la conocida como Vía Verde, un terreno prácticamente llano aunque ligeramente picando hacia arriba, y que permitía correr, yo decidí irme con el grupete en el que me había metido, con los 7 de delante que íbamos detrás de Zaid (el ganador de la edición anterior y que, a la postre, resultaría ganador con una superioridad aplastante y un tipo grande como deportista, pero casi mejor como persona por lo que pude comprobar al finalizar la prueba al hablar con él y lo querido que era por la gente que estaba en la línea de meta). Bueno a lo que íbamos, allí estaba yo de intruso entre los “galgos” de la carrera y digo intruso porque así lo note entre las miradas de todos ellos, que parecían conocerse de otras carreras, menos a mí que no me tenían hecha “la ficha” y que pensarían ¿Qué hace aquí este novato?, pues ya se lo digo yo “aguantar como podía” porque íbamos a 03´25´´ km, y sufriendo un poco y pensando que faltaban 24 km por montaña y sino pagaríamos este sobre esfuerzo. Aún así intente aguantar porque la carrera me la tomé como una prueba, despues de haber entrenado “lo normal” durante la semana intentar llegar algo cansado y ver como respondía mi cuerpo a la competición.

Solo hubo una cosa que me llamo la atención ,cuando íbamos a ese ritmo tan fuerte para una carrera de montaña, vino desde atrás un chico con una camiseta verde y nos paso como si fuésemos parados por la izquierda y que al llegar al de cabeza le dijo: “Raúl ¡coño! ¿a qué hemos venido aquí a correr o a darnos un paseíto por la Vía Verde? ¡Cohones!”……………….si señor eso es humillar y el resto son tonterías. Posteriormente, ya en la llegada tuve oportunidad de comentar esta anécdota con él y ví que no había sido su intención, ni mucho menos, ya que al comentarle la sensación mía se puso rojo como un tomate, y que despues sirvió para reinos un rato (buena gente).


Pasaron los kilómetros ya con un ritmo adecuado a las rampas que íbamos afrontando y que por momentos incluso teníamos que realizar andando, ya que no permitían el correr. Las piedras en el primer tramo de la carrera eran muy molestas porque no estaban sueltas y al pisarlas te hacías daño. Cuando iba por el kilómetro 12 me encontraba bien y por un terreno que permitía avanzar a buen ritmo, iba en el puesto 8 de la general, casi ni me lo creía, pero al cruzar un  puerta no ví la indicación para desviarme a la derecha y continué avanzando de frente, hasta que, pasados unos metros, unos 250, comprobé como el resto de corredores había girado a la derecha, este me hizo perder algo de tiempo y unos 20 puestos de la general y el consiguiente comedero de cabeza que no me abandonaría prácticamente hasta meta, porque ya no era el tiempo perdido, que también, sino psicológicamente el ir con la gente de cabeza a su ritmo y enganchado a ellos. Me costó realizar un sobreesfuerzo el poder recuperar alguna posición. No sé si fue por el tener que ir a un ritmo algo mayor de debido y arriesgar para pasar por algún lado dificultoso al adelantar a algún corredor, el caso es que tropecé con casi todas las piedras del circuito (sin exagerar), estando a punto de caerme al suelo en multitud de ocasiones.



El recorrido era en forma de un “8” y al pasar por el centro, se pasaba junto al pueblo y erá el kilómetro 14, no era excesiva la distancia pero con tantas cosas sucedidas hasta entonces y con el cansancio por el esfuerzo realizado te planteabas el ir directamente hacia la llegada y decir “ahí os quedaís locos”, pero no, da la casualidad que uno de los locos era yo y decidí hacer lo que pude hasta el final

De aquí hasta la meta fue un superar obstáculos y corredores, disfrutando lo que podía del paisaje, que en esta 2ª parte era más bonito y entretenido que la 1ª mitad.

Casi llegando a meta además de las dificultades orográficas normales, nos desviaban a través del castillo del pueblo haciéndonos subir unos cuantos escalones (que para mí, como iba de cansado, era como subir al empire state) y cruzar la meta, sin haberme caído, habiendo aguantado tantos sobresaltos y con los “deberes” hechos fue una gran alegría. Sobre todo al enfilar la llegada se veía al fondo a toda la familia que ahí estaban, como siempre, animando, con una sonrisa y echando humo las manos al aplaudir. El puesto fue……………., bueno eso es lo de menos, estuve más delante de donde preveía en un principio cuando mi amigo Raúl me soltó la lista de “fieras” y más atrás de donde quizás hubiese terminado de no perderme en el camino.


Pasé un fin de semana estupendo rodeado de la familia y de amigos y encima disfrute de mi hobby rodeado de un precioso entorno……………..que más se puede pedir.

Nada más, solo espero no haberos cansado demasiado, pero como no suelo escribir, casi lo hago todo de una vez

Un saludo y hasta la próxima

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