jueves, 18 de julio de 2013

2013.07.17 Comienzo de una etapa

Es dificil para mi, pues imaginate para otros. Dificil de entender, me refiero. Por lo que comprendo que cualquiera que lea esto no entienda nada. Han pasado 18 días desde que me colgué el chaleco de finisher de la GTP. Había decidido no correr en todo el mes de julio y, hasta hoy, había aguantado bien los envites de mis compañeros de aventuras. Sin embargo, hoy mi mujer me ha propuesto que la acompañase a salir. Me da grima el asfalto o las pistas llanas interminables, así que le he propuesto que comencemos la preparación para mi sueño deportivo en pareja. Ha aceptado y nos hemos ido a la presa del pantano del Vicario. De repente se han agolpado multitud de sensaciones: volver a correr, hacerlo con mi mujer, disfrutar del entorno, no dolerme absolutamente nada,... Pero sobre todo mi cabeza no paraba de dar vueltas a los 24 meses que me quedan por delante. El desafío de poner en forma a mi mujer (en adelante Ceci) y que su confianza aumente hasta que se vea capaz de acompañarme y crucemos la meta.
Solo han sido 7,2 km, pero he saboreado cada paso, cada roce con la vegetación, cada trago de agua, cada suspiro de Ceci, cada busqueda de apoyos, cada gota de sudor que ha caido por mi cara,... Ha sido increible, si me permitis la expresión, un orgasmo de 53 minutos. 
Que bonitos son los comienzos de algo, cuanta ilusión, cuantos proyectos, cuantas expectativas,...
Entiendo que no entendais nada, ni lo pretendo, pero necesitaba contarlo. Así que espero que dentro de 24 meses podamos leer que todo ha salido como hoy lo he soñado y por el camino or iré dejando la historia de nuestra evolución como pareja.....de carreras.

Rumbo a la TransAlpina 2015!!!!
Ceci, llegando al Vicario, visualizando el final de etapa.

jueves, 27 de junio de 2013

2013.05.11 Transvulcania 2013

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Hay frases que marcan tu vida. Tal vez sólo las escuches una vez, pero se te quedan escritas a fuego para siempre. Hoy empezare por una frase que mi padre me repetía de pequeño y que el decía oírsela a mi abuelo: "lo difícil no es empezar las cosas, es acabarlas"

Son las 03:10 a.m. supuestamente puedo apurar 20' más en la cama pero decido levantarme. Tomo una ducha rápida y desayuno tranquilamente: tostada de nocilla y leche con cereales. Reviso el material y salgo al encuentro de mis compañeros. Todos puntuales y todos listos para la batalla. El taxi esta esperando en la recepción. Una Mercedes Vito y un conductor con fuerte acento canario, fácilmente confundible con un cubano y de nombre Alex. Para romper el hielo Alex nos informa del impacto económico que la carrera tiene para la isla y es una de las razones de que todos se vuelquen con el evento. José Luis tiene uno de esos momentos mágicos que le dan. Es inevitable no reírse con sus ocurrencias y todos liberamos tensión a carcajadas, incluido Alex. A los 40' llegamos a Fuencaliente, desde allí tendremos que bajar al lugar de la salida, el faro. Una carretera estrecha, oscura y llena de coches en caravana formando una serpiente que permite intuir el desnivel que tendremos que superar. No dejo de hidratarme y los nervios empiezan a inquietar mis tripas. La hilera de coches no parece avanzar. Decidimos bajarnos del taxi y seguir andando. Nos queda como un km hasta la salida. Los nervios van en aumento. El speaker suena de fondo. Corredores van saliendo de todos lados y se van sumando a este corto peregrinaje hacia el arco de salida. De repente, la gente comienza a murmurar, parandose y mirando todos a un mismo punto. No parece ser más que un corredor calentando, pero cuando la luz del faro nos permite ver, observamos que es Killian Jornet. Accesible, pero sin parar de calentar, todo sonrisas y breves posados para que sus fans obtengan un premio antes mismo de que comience la carrera. Ultima parada frente a los camiones consigna, hay que hacer un rápido chequeo del equipamiento de carrera antes de dejar las bolsas que nos llevarán a meta. Hacen un nuevo llamamiento para pasar al box de salida. El grupo se divide; José Luis, Iván, Marín y yo nos vamos hacia el control del chip. Luismi tiene que pasar al servicio y se queda rezagado. Llegamos al control y nos encontramos con Manolo Cantos, conocido de Ciudad Real, residente en La Palma y una suerte de guía-anfitrión para nosotros, runners de provincias. Nos hace unas fotos y nos desea suerte. Da gusto ver como gente que no va a correr disfruta tanto como los propios corredores. Gracias por todo Manolo!
Instantánea tomada por Manolo Cantos antes de pasar el control del chip. De izquierda a derecha: Ivan, josé Luis, Marí y yo.

Estamos dentro. Una gran pantalla marca la cuenta atrás para nosotros y tambien para los de la media maratón (situados en un box detras de nosotros). Faltan 12min para el pistoletazo. Killian tiene unas palabras para todos. El speaker trata de calentar aún más el ambiente. Todo el mundo aprovecha para tomar una última foto, para desearte suerte por ultima vez,... Tambien aqui, como en la Transalpina, AC/DC es el responsable de llevar la adrenalina al límite mientras la gente canta el 3,2,1.... Apenas podemos correr. El grupo se estira pero sabemos que en breve nos encauzaran a los 1.600 en un sendero de 2m de ancho. Iván encabeza el grupo. Le sigue Marín, al cual sigo yo y tras de mi viene Jose Luis. Iván decide salir del camino para evitar atascos. Adelantamos a un montón de gente que anda apretada por el sendero. Alguno protesta, pero la carrera pondrá a cada uno en su sitio y la sangre no llega al río. Nos percatamos de que José Luis no nos sigue. Nos metemos en el sendero. La marea nos arrastra y decidimos seguir tranquilos para que nos pueda alcanzar sin problemas. De vez en cuando lanzamos un grito de "Joe" para que José Luis tenga una baliza sonora y no se agobie. Esta situación me favorece porque hace que Iván y Marín vayan retenidos y yo pueda ir con ellos. Llevamos una hora y cuarto corriendo, y no hay noticias de nuestro compañero. De Luismi todos damos por hecho que nos la ha jugado para salir sólo y a su bola (podía haberlo dicho!!). Llegamos a Fuencaliente y no hemos dejado de subir en ningún momento. Varios comentarios a lo largo del ascenso nos hacen prever lo que acontece. Hileras de público que apenas dejan espacio para ir en fila de 2. Son las 7:20 a.m. y el pueblo entero jalea el paso de todos los corredores. El subidón es considerable. Salimos del pueblo y el ascenso continúa. Nos encontramos con Mishael, excompañero de la Transalpina que ha aprovechado que su mujer lo ha dejado atrás para parar y disfrutar de las primeras luces del día. Mientras saludamos nos llama José Luis. No hace falta que diga donde esta, el follón de fondo indica que anda a escasos 500m por detrás de nosotros, atravesando el avituallamiento. Le esperamos y nos quitamos un peso de encima. Comienza la carrera de nuevo para nosotros. Llevamos un buen ritmo, sin esfuerzos pero sin dejar de adelantar gente. La cabeza de grupo se va alternando, ahora Marín, ahora Iván, ahora José Luis y ahora yo. Parece que nadie tire de nadie. El paisaje se descubre ante nuestra mirada con las primeras luces del día. El amanecer y la altitud que vamos cogiendo nos permite disfrutar de una imagen de postal: en primer plano el mar, después una neblina y, como flotando sobre ella, se marca nítida la silueta de Tenerife y la Gomera.
Amanecer desde La Palma, con Tenerife y La Gomera al fondo
Me estoy orinando vivo!!. He bebido 1,5 litros desde que me levanté para estar hidratado y es una buena señal que tenga ganas de orinar. Decido aguantar la ganas, todo lo que sude ahora no lo miccionare después. El camino es arenoso y negro. Esta arena es basta, se llama picón y es de origen volcánico. Las polainas que me regaló mi mujer (gracias tesoro!) funcionan perfectamente, no ha entrado ninguna china en la zapatilla. Hay que cogerle el truco a este terreno y parece que si voy pisando donde acaba de hacerlo el de delante, el firme cede menos y la pisada transmite más. En voz alta hago la reflexión de que vamos fenomenal y que lo único que me preocupa es que no dejamos de adelantar gente y ya llevamos 2 horas de carrera. El comentario cae en saco roto y no obtengo respuesta. La carrera va en fila de a uno y los únicos que avanzan a pasos agigantados son la cabeza de la media maratón, que saliendo media hora después que nosotros suben resoplando, sabiendo que su meta esta más cerca. Ya estamos 3 con ganas de orinar (todos menos Iván) y decidimos hacer una pequeña parada. Pierdo 150m con mis compañeros debido al tiempo que tardo en descargar. O subo deprisa, o me esperan o una mezcla de las dos pero en unos minutos volvemos a estar los cuatro juntos. Marín va pletórico, parece que no le cuesta subir y sus sensaciones se transmiten en forma de risas, comentarios sobre el paisaje, chascarrillos, miraditas de las suyas (de abajo a arriba)... Pasamos por el segundo avituallamiento líquido, Las Deseadas, km 18. Mis compañeros son de beber rápido así que me meto un vaso de aquarius y uno de agua. Joder, esta helada! No me gusta beber agua fría. Seguimos andando-corriendo. La sensación, durante las 3 horas que llevamos, es de que no se para de subir y subir. El picón volcánico no tiene clemencia y te obliga a pensar cada paso, si te despistas parece que resbalas y que el paso ha sido en vano. Los espacios se van abriendo entre corredores.
Instantánea de los últimos tramos de ascenso antes de la zona recreativa de El Pilar (cortesía de Saúl Santos Photographer)
En breve el ascenso dará un descanso y tendremos un leve descenso y cresteo hasta la zona recreativa de El Pilar. No se que pasa pero las piernas dejan de ir, da la sensación de que cada vez me cuesta más seguir el ritmo de grupo. Ivan me indica que ellos ya se han tomado el segundo gel. Saco el de gel de guaraná, a ver si me vengo arriba. Voy bien de respiración y no noto cansancio muscular pero mis apoyos cada vez transmiten menos fuerza. Tomar el gel me ha retrasado unos metros con respecto al trio y decido dejarles ir, no quiero forzar y me resigno a comenzar mi carrera antes de lo esperado. Después de ir cómodo estos kilómetros, me había esperanzado en llegar juntos a la zona recreativa. Allí habrá mucha gente, la media maratón acaba ahí, es de los pocos sitios accesibles en coche y nuestras familias aprovecharán para insuflarnos aliento. Desde ahí hasta el km 78 no podrán animarnos. Voy incómodo, este terreno debería ser el que me tendría que valer para carburar, para cambiar la pisada, para notar que voy fino. Leves y sinuosos descensos, salpicados de pequeñas subidas para cambiar el ritmo. Mi ritmo no llega. Continuo trotando y ya se siente entre los árboles la megafonia y los aplausos. Me animo y saco la GoPro para inmortalizar como medio millar de personas aplauden el paso de los ultras. Me paro en seco en el avituallamiento. Estoy acelerado, me meto en la boca frutos secos, sandia, plátano, agua, aquarius  y comienzo a andar. No veo a mi familia. En realidad es imposible verla, hay cientos de personas gritando, aplaudiendo,... Saco el móvil y llamo. Me están esperando 200m más allá. Decido ir andando, aprovechando para masticar todo. Ya los veo, también los grabo y abrazo. Dentro de unas horas seguro que echare de menos los besos de mis niñas y el apoyo de mi mujer. Ana, Inma y Marivi me informan de que Luismi paso hace mucho y el resto habia pasado con 15' de antelación. También esta Manolo, que lejos de jalearme se ofrece a acompañarme andando mientras termino de comer la barrita. Se ve que sabe de que va esto y que es importante perder unos minutos que resultarán básicos para mantener la fisiología del cuerpo. Distrae mi cabeza con consejos y detalles sobre lo que viene a continuación. Solo lleva 9 años en la isla pero la conoce como "la palma" de su mano. Me despido y arranco de nuevo. No aguanto ni un km. Me siento pesadísimo. Da la sensación de que he bebido demasiado. Andurreo unos metros y arranco de nuevo. Tengo una presión en la boca del estómago...... Vuelvo a parar y comienzo a tragar aire intentando eructar. A duras penas consigo mi objetivo por la dificultad a tragar aire. Se me pone mal cuerpo. Tengo ganas de vomitar pero mi cuerpo esta inerte, ni arcadas ni nada, sólo las ganas. Pienso en hacer aguas mayores y me escondo tras unos arbustos. Allí no se mueve nada. Decido seguir andando y en cuanto me encuentro algo mejor trato de nuevo de correr pero no hago más de 300m. Hago unos 6 km así y llego al Reventón, este avituallamiento marca el final del "llaneo" antes de comenzar a subir de nuevo. Estoy en el km 34. Llevo un buen rato sin comer nada ni ganas de hacerlo ante el mal cuerpo que tengo. Me obligo a beber en el puesto. La camel no quiero ni probarla, me parece que me he equivocado de producto y que llevo aminoácidos en lugar de carbohidratos. La cabeza ya esta rallada y no quiero arriesgarme a encontrarme peor por beber de eso. Estiro y grabo algún video. El paisaje es espectacular. Vamos por la columna vertebral de la isla. Mar a derecha e izquierda. Pinos, pronunciadas faldas de montaña salpicadas de poblaciones desperdigadas, plataneros y plásticos de invernaderos. Hay que seguir, así que me coloco los bastones y trato de ensimismarme. Me pongo la música e inicio el ascenso. Todo es inútil. Tengo claro que no esta entrando gasolina en el depósito, cada vez estoy más débil y mi caminar es más pesaroso. La cuesta acaba con la poca energía de mis piernas. He pasado como alma en pena por el pico de las Ovejas y al pasar junto a pico Corralejo decido pararme de nuevo. Esta siendo un infierno. No se la de horas que llevo subiendo y el sol cada vez esta más alto y empieza a ser un gran handicap en contra. Miro al infinito a traves del pinar que me rodea. Los runners que pasan a mi lado se sorprenden de verme allí mirando la nada pero a la vez envidian el que este sentado a la sombra. Los km parecen millas y me cuesta pensar en que aún me queda algo más de la mitad. Me obligo a tomarme una de las gominolas que me ha dado Manolo en el km 26. Apenas me queda agua para diluir el sabor dulzón que se ha quedado en mi boca.
Mi parada folosófica: que será o que no será esta carrera?
Me incorporo, me pongo la mochila y reanudo la marcha. En 4km tengo otro avituallamiento líquido. No quiero pensar cuanto voy a tardar en llegar a el, quiero avanzar al ritmo que sea, que vuelva la energía a mis piernas y poder correr. Paso a gente que va fundida, gente que se retira (como el campeón de las tres últimas ediciones del Maratón de Sables, Mohamed Ahansal) y hay que gente me pasa a mi. Nadie te arranca las pegatinas y tu no pretendes arrancárselas a nadie. Todos tratamos de acercarnos más a nuestra meta. Llegan noticias de que Killian ha ganado la prueba en algo menos de 7h. Madre mía! Y yo llevo la mitad en ese tiempo!! Sigo a lo mío, objetivo: avituallamiento del Pico de la Nieve, cerca de 2.200m de altitud y km 43. El sol aprieta cada vez más, mi cuello, a pesar de la gorra ya va castigado y mis piernas siguen sin funcionar. Llego al avituallamiento y me siento a la sombra. Trato de focalizarme en que sigo cubriendo objetivos. Relleno la botella de agua y espero. Espero el milagro, pero soy excéptico, se que no va a venir. Soy consciente de que sólo existen 2 realidades: abandonar y tirar por la borda meses de entrenamiento u obligarme a dar cada uno de los pasos que me faltan por recorrer. Cual masoca estimo que aún me faltan 40.000 pasos por dar. No quiero pensar más, mi mente me puede jugar una mala pasada. Mando whatsapps y pido saber como ha quedado Fernando Alonso en la calificación de la F1. Recibo un montón de mensajes de ánimo desde casa, del grupo del Circuito Trail Pirata, de los Arlequines,... que envuelvo cuidadosamente y me guardo para momentos aún peores. Reanudo la marcha. Ya no escuecen los adelantamientos. Soy capaz de rodar un rato y eso me provoca un pequeño subidon. Sólo hay 4,5km hasta el próximo avituallamiento que es de sólido y líquido. Ese es mi nuevo objetivo. De hecho mi objetivo varía: esa curva, esa piedra, hasta donde esta ese grupo, hasta el pie de esa cuesta,... Pequeños objetivos que engañen a mi mente y le hagan creer que estoy logrando algo. Llego al avituallamiento con cierto optimismo por haber podido correr algo. No quedan bocatas y tan solo como melón y plátano. No puedo con las barritas energéticas, debería ser fuerte y obligarme a hacer lo que debo, no lo que quiero, pero no me quiero arriesgar a mas complicaciones digestivas y menos despues de haber podido correr en este último tramo. Hasta aquí arriba ha subido gente a animar, la verdad es que da la sensación de que la isla entera esta pendiente de todos. Ya no consiguen sacar mis sonrisas ni mis comentarios sarcásticos, pero por dentro agradezco su apoyo y levanto el dedo en señal de agradecimiento. Comparto metros con algún otro corredor. Los experimentados en la prueba nos dicen que sólo hay 10km hasta el Roque de los Muchachos (el ansiado Roque!!!) pero que el camino trazado es engañoso y particularmente duro. A pesar de anunciar a los que me animan desde Ciudad Real, que parece que ya puedo correr, las piernas de nuevo no responden. Ya ni siquiera me afecta, simplemente retomo el andurreo y trato de no pensar en nada. Me viene a la cabeza la de veces que he escrito sobre como mi fantasía me evade de este sufrimiento terrenal, pero parece que esta vez la fantasía no entró en la mochila. El paisaje me recuerda al Maratón Alpino Madrileño, con los tres observatorios coronando tres cerros consecutivos, como en la Bola del Mundo. Pongo la mirilla en el último de los observatorios. No se que pasa pero empiezo a venirme abajo mentalmente. Llevo 5h avanzando en espera de una recuperación y la carrera no me da tregua. Me queda al menos una hora para coronar el Roque de los Muchachos, que me observa desde la altura y me intimida con las curvas que hay que recorrer para ascender hasta el. No tengo nada claro cual va a ser mi futuro en esta carrera. Grabo un video en el peor momento de mi estado de ánimo. Las lágrimas quieren salir a ver si así puedo desahogarme, pero muerdo mi labio conteniendolas. Mi objetivo es llegar arriba, sentarme, tratar de comer los famosos macarrones y después ya decidiré cual será mi objetivo. La mente se queda en blanco, hecho agua sobre mi cabeza y mi vista sigue la dirección de mis pretensiones clavándose en la punta de mis pies. Avanzo con dificultad en cada paso, estamos a unos 2.600m de altitud, el sol castiga más que nunca y parece querer hacer una criba entre los corredores. Adelanto a gente que da arcadas, a gente que espera sentada, me adelanta gente y yo no levanto la mirada. Suenan los mensajes en el móvil y los ignoro, reservándolos para cuando este descansando, ahora me hundiría saber que no cumplo ni mis expectativas ni las de la gente que me apoya. Oigo palabras de ánimo e intuyo que ya esta cerca la cumbre. 200m y llego a la tienda de campaña. Estoy exhausto, el contraste con la luz de fuera me ciega unos segundos. Alguien golpea mi hombro felicitandome. Una persona me pregunta si quiero macarrones con atún o con vegetales, mientras espera con la espumadera entre ambas cacerolas. La miro sin saber que contestar, ¡no estoy preparado para esa pregunta!. Finalmente opto por vegetales y cojo una coca cola (casi 3 años sin tomar cafeína ni coca cola!!!!) y me sabe a gloria. Aquello parece una trinchera. La gente engulle energía (pasta, frutos secos, gominolas,...) en silencio. Alguien suelta un "estoy hasta los coj.... de subir" y todos asentimos en silencio. Los voluntarios tratan de ayudar a cada uno de nosotros acercando Coca Cola, platos de pasta, fruta,... Todos respetan la situación en la que estamos y nos animan para afrontar la bajada. De repente alguien me dice "que haces tu aquí?" Y veo al gran Mishael. Apenas voy a parar - me dice mientras engulle trozos de sandía y frutos secos - como se me enfríe la cadera estoy jodido, ahora me coges!. Disfruto unos minutos más a la sombra, en silencio, escuchando el silencio de mi mente que hoy parece no querer ayudar a nada. Me levanto, coloco las correas de mis bastones, salgo fuera de la tienda de campaña y admiro el paisaje. Aprovecho para estirar y me llama mi mujer. Me dice que se ha quedado sola en el puerto de Tazacorte y me propone esperarme allí para llevarme en coche. Se me queda cara de estupefacción. No me puedo creer que mi mujer me crea capaz de aguantar 40km de infierno y después me vaya a montar en el coche para abandonar a las puertas de la meta. Cuelgo y apago el móvil, ambos andamos con la batería justa. Ha sido bonito correr por la espina dorsal de la isla. Bonito y duro. Intento retener todo lo que alcanzan mis ojos, sabedero de que muchas noches de insomnio evocaré cada matiz de estas vistas. Empieza la bajada hacia Tazacorte y eso es como una despedida, un anticipo de que queda menos para que todo acabe. Las piernas responden tímidamente y con la ayuda de la orografía de estos primeros metros, consigo trotar. Es liberador poder sentir de nuevo un poco de velocidad en mi carrera, aunque sea poca. Llegan dos pequeños repechos después de las primeras bajadas. Ya estaba avisado, así que no me espanto como alguno de los que voy adelantando. A los quince minutos de bajada alcanzo a Mishael. No va tan mal, así que me quedo un rato con el, hablando de proyectos para el 2013 y grabandolo con la GoPro. Coincidiremos en el GTP, que pequeño es el mundo del ultratrail. Nos ponemos a la cola de un cuarteto de corredores. Van algo más lentos pero Mishael parece conformarse. El ritmo me esta yendo mal y las buenas sensaciones se neutralizan. Empiezo a plantearme adelantar pero tampoco tengo confianza en mis piernas. De repente me piden paso por detrás y al ir a apartarme mi pie izquierdo pierde el contacto con el suelo. Todo pasa muy rápido. El móvil sale volando de mi bolsillo a la par que siento la gravedad actuar rapidamente y el bastón derecho cede al apoyar todo mi peso en él. Mishael se da la vuelta y recoge el móvil mientras el corredor que me quería adelantar se preocupa por mi estado y se disculpa. El no ha tenido culpa de nada, en la montaña el paso se da cuando se puede no cuando te lo piden y yo me he precipitado. La caída me deja un poco enrabietado con mi torpeza y al poco pido paso para buscar mi propio ritmo de bajada y desahogar mi mal humor, parece que nada quiere salir bien, ni siquiera la bajada. Dejo atrás a Mishael y el cuarteto y comienzo un tramo de 2km antes del avituallamiento. El sol castiga con todo lo que puede, pero la vegetación interfiere y nos protege. En el avituallamiento dedico mi tiempo a empapar la cabeza y me siento a disfrutar un trago de Coca Cola mientras gasto una broma a los palmeros que están pasando la tarde junto al puesto intentando averiguar que nos empuja a seguir a pesar del estado en el que estamos. Entre guasas me informan de que esto es la Torre de El Time, que El Time queda unos 3km más abajo. Estos momentos estoy disfrutando algo más de la carrera. Reanudo la marcha casi al tiempo que entra en el avituallamiento el grupo que dejé unos kilómetros atrás. La reanudación es complicada. La pendiente aumenta y el terreno es tremendamente irregular (como piedra pómez escarbada caprichosamente por la escorrentía del agua). Los apoyos no son fáciles y requieren de concentración, paciencia (con las cabezas deseando llegar a la meta) y fuerza en los cuadriceps para frenar la velocidad y dar tiempo a la vista a buscar el siguiente apoyo. ¡Fuerza!. ¡Después de 12 horas!. No aguanto más de un centenar de metros antes de claudicar ante mi ausencia de fuerza. ¡Que lejanas quedan las largas bajadas de la Transalpina cuando mis piernas tenían la fuerza de un caballo!. Son 3 km de lucha contra la pendiente. Las uñas de mis dedos se quejan, no las voy a escuchar aún a sabiendas de que alguno de esos quejidos se tornara en uña negra mañana. Llego a la carretera y un letrero indica que he llegado al Time de verdad. Me abrazo a un palmero que está esperando a pie de carretera a que la gente le pida agua para refrescarse. Me esperan los famosos 3km de bajada más duros de la carrera. Me sorprende que ahora voy por asfalto, es algo que desconocía. Coincido con una pareja alemana y distraigo mi mente intercambiando unas frases en inglés con ellos. Alguien avisa de que en estos 3km tendremos todo tipo de terrenos (asfalto, tierra y piedra) y yo les traduzco a los guiris. El paisaje es especialmente feo, sorteando invernaderos mientras salvamos este tramo "civilizado". Me encuentro a un corredor bajando de espaldas, algo tan común en la segunda mitad de la Transalpina, cuando los tibiales dicen basta y cada pequeño desnivel hacia abajo se convierte en una tortura. Volvemos a la tierra y el mar ya se huele. Enseguida llega el empedrado y una pendiente brutal. 400m de desnivel a base de zigzag en una pared vertical frente al puerto de Tazacorte.
Tazacorte a mitad de la bajada. Teníamos que bajar hasta el paseo. Mirar el tamaño de las sombrillas!! (imagen tomada días después de la carrera, para quitarme la espinita).
La bajada se hace larga, me he acomodado a caminar y no tengo intención de correr. A mitad de bajada vuelvo a oír la animada voz de Mishael. No quiero alargar la agonía y espoleado por su compañía me animo a trotar de nuevo. Cada curva de 360° va aumentando el tamaño de los edificios y los plataneros que hay al pie de esta pared. El speaker va nombrando a todos los que llegan al avituallamiento y eso azuza a los que estamos bajando, deseando que sea nuestro nombre el que suene a los cuatro vientos. Por fin llegamos abajo, el suelo se vuelve homogéneo y llano, una delicia para nuestros pies. Suena mi nombre pero con mucha menos trascendencia de la que imaginaba desde arriba y tras un breve remojo nos lanzamos a por los últimos 5km. Últimos 5km! solo pensarlo sabe a gloria. El paseo marítimo nos empapa de ánimo y de felicitaciones. Encaramos la recta que nos llevara al Desafío, la temible cuesta donde sucumbió Killian el año pasado y que nos permitirá llegar a los Llanos de Aridane.
Enciendo el móvil para avisar de por donde voy y suena al segundo, es mi mujer, acaba de verme pasar, estaba en el coche con toda la tropa y me ha visto. Parece mentira que algo tan simple haga tanta ilusión. Hace encaje de bolillos con el coche mientras nos alcanza justo antes de cruzar el río y adentrarnos en la platanera donde comienza el Desafío. Ver a todos y darles un beso me da las fuerzas necesarias para llegar a meta. Relanzo la carrera y cojo a Mishael en las primeras rampas. Me anima a seguir pero ya no tiene mucho sentido tirar para delante. Vete - me dice mientras baja el ritmo debido a las cuestas - tu vas bien. ¿Por qué la gente se empeña en decirme que estoy bien cuando no es así?. Seguimos juntos y pedimos referencias para saber cuando acaba este último escollo. La casa roja, nos dicen y allí ponemos nuestras mirillas. Por fin arriba, la gente aplaude con ganas desde la puerta de su casa. Ya quisiera yo que siempre animase la gente así. Giramos a la derecha y tocamos el azul del carril bici que nos llevara a meta, al cielo. Vamos andando y valoramos a partir de donde correremos para ser capaces de aguantar hasta meta. Los niños quieren chocar nuestras manos, la gente nos alienta desde las terrazas. Echamos a correr, lento al principio pero la proximidad de la meta va lanzando nuestra carrera. Saco la cámara para tratar de inmortalizar esto. Cada vez hay más gente. Curva a derecha y luego a izquierda. Ya no cabe un alfiler, todos aplaudiendo. No veo nada pero miro a todos lados esperando ver a alguno de los míos, tratando de escuchar mi nombre o el de "papá" entre tanta algarabía. Nada de eso ocurre y paso bajo el arco de llegada. El cronómetro marca 14h53minutos. No siento alegría ni tristeza, ni frío ni calor, no tengo sed ni hambre, sólo cansancio, mucho cansancio. Ya no tengo que seguir, ya lo he conseguido, ¡lo he conseguido!. No se que era lo que tiraba de mí estos últimos 45 kilómetros, pero siento que me abandona. Quiero tumbarme y descansar. Es lo que quiero desde hace muchos kilómetros. Es lo único que necesito, tumbarme y abrazar a los míos. Me quito la mochila, me tumbo y pongo mi brazo sobre los ojos para que nada me moleste. Siento a alguien junto a mi. No habeis oido que no quiero que me molesten. No se que me están diciendo, no quiero oirles, quiero descansar. Ese alguien se agacha junto a mí y reconozco la voz de Unai preguntandole a Luismi que es lo que me pasa. Luismi se queda a mi lado, me deja mi espacio pero insiste y me ayuda a levantarme. Quiere que vaya al puesto de la cruz roja, al parecer a José Luis y el les han tenido que poner suero y quiere asegurarse de que yo estoy bien. Tumbado en la camilla viene todo de golpe. Esa emoción que aflora cuando el cansancio te lleva al límite, cuando empujas tus propios límites. No necesito suero pero me inyectan valium por que dicen que estoy nervioso.
Mi mujer llega. Su cara es un poema y lamento no haberle podido ofrecer una entrada sonriente ni menos agónica. Ella respira al verme bien. Ha sido un día largo, pero que muy largo en los dos lados de la carrera, el de los runners y el de los acompañantes. Aún nos quedan 40' de coche para llegar a casa pero el valium hace efecto y me entrego a los brazos de Morfeo nada más arrancar. No ha sido mi mejor día, no ha sido mi mejor día, no ha sido mi mejor...... ese pensamiento rebota en mi cabeza hueca antes de sumirme en un profundo y placentero sueño, el que debería haber sido la carrera.

Video personal de la prueba, para que pongais imágenes a este relato.


Clasificación de los Quijotes Transvulcanios:
1º.- Luis Miguel__129 de la general__10h 42min 54seg
2º.- Ivan________169 de la general__11h 11min 15seg
3º.- Marín_______264 de la general__11h 58min 32seg
4º.- José Luis____331 de la general__12h 24min 49seg
5º.- Rodrigo_____733 de la general__14h 53min 34seg

Por equipos, el Ala14-XTREM ha quedado el 28 de 114 equipos.

Tomaron la salida 1600 corredores y finalizaron 982 corredores. Uno de cada tres corredores que tomaron la salida no llegaron a la meta.

Aunque la carrera no salió como tenía pensado (nunca acaban como teniamos pensado) tengo que agradecer a todos aquell@s que me han ayudado a lograr mi primer y único objetivo, acabarla. En primer lugar a mi mujer, piedra angular de todo mi ser, no solo de mi yo como deportista. A Iván Palero, por dedicarme un tiempo precioso y devolverme una confianza que creia desaparecida (aunque sea a base de ponerme picas). Al grupo de los Quijotes Transvulcanios: corredores, mujeres e hij@s, que han elevado esta experiencia a un nivel superior gracias a la magnífica convivencia que ha habido durante estos días (y los meses anteriores con el whatsapp!!). A todo el grupo de runners con el que he compartido algún kilómetro durante estos meses, ya fuese en competición oficial (Club Ala14), de madrugada (Nano, César, Javi, Juancar,...) o los domingos (todo el grupo del circuito Trail Pirata de Ciudad Real: Miguel Angel, Nicco, Guti, Abilio, Quique, Jordi, Luis, Ramón,... alguno se olvidará). A Manolo Cantos, por su colaboración en la preparación de nuestro aterrizaje en La Palma y su preocupación y ayuda durante nuestra estancia. Y por supuesto a todos los que de alguna u otra manera me han apoyado antes, durante y después. Gracias y hasta la próxima!!


martes, 23 de abril de 2013

2012.12.31 Entrada 100 para acabar el año

Desde la salida de Puertollano para acá, el ritmo de salidas ha sido más constante. He quedado con Abilio para ir un par de veces a la Atalaya, he madrugado para salir con César y Nano e incluso he retomado la tradición de salir algunos domingos con el club. Estás últimas semanas del año parecen ser un recuerdo de todos y cada uno de los momentos mágicos que he vivido en el 2012. El año comenzó marcado con la inscripción a la TransAlpina, el año y el blog, y sin embargo ahora creo que lo que ha marcado ha sido un estilo de vida.
Es dificil plantearte 12 meses y poder decir, al final de los mismos, que la hoja de ruta se ha mantenido. Nos planteamos un recorrido, con hitos mensuales, para disfrutar con el camino mientras incrementabamos el esfuerzo de este gran desafío. Las cosas no pudieron salir mejor: el Espadán, Guzman el Bueno, ICAN Marbella, Trail Batalla de Alarcos, Maratón Alpino Madrileño, Carros de Foc, Maratón del Aneto,... Todas acabadas, con matices, pero acabadas. Muchos hacen esto todas las semanas, muchos no lo harán en varios años y algunos no lo harán en su vida.
Pues a pesar de todas estas salidas semanales he querido cerrar este año, esta entrada número 100 con la IKENONA. No es una gran prueba, no tiene multitud de inscripciones, ni transita por un gran parque nacional, sin embargo condensa el espiritu de lo que entiendo por deporte, por trail, por vida.
Como os comenté en mi anterior post, los más inquietos de la zona (en torno al mundo del trail running) nos hemos propuesto organizar una serie de carreras trail para acercarlas al corredor de asfalto o al corredor no habitual. Creemos que este tipo de carreras, al no competir en torno a un reloj o a un puesto en la clasificación pueden ser mas llevaderas para los no habituales. Si además, conseguimos montarlas por los bonitos parajes de nuestra provincia, lograremos conocer nuestro entorno, valorarlo y disfrutarlo.
La primera piedra de este proyecto la han colocado los chicos de corriendo por el campo, en adelante CxC (http://corriendoporelcampo.blogspot.com.es/). Tienen muy trillado la zona del parque forestal de la Atalaya y decidieron que sería un buen comienzo empezar por aquí. El 28 de Diciembre, fecha de los inocentes, quedó fijada la salida. Para mas inri, sería nocturna, a las 22h. La convocatoria, un poco fría al principio, preveia unos 20 corredores juntando a todos los conocidos. Sin embargo, fiel reflejo del boom de carreras de montaña que está habiendo en España, los canales de difusión (recién estrenados) poco a poco calaron en segundas y terceras filas de conocidos por lo que hasta el último minuto se estuvo apuntando gente.
El día de la salida estabamos convocados en las instalaciones del Reino Golf. La densa niebla, a esas horas, hacía que hasta el último segundo no supieses si habría venido alguien o nó. El parking estaba a reventar. Se habia montado una ruta senderista en paralelo para los que no se atrevieran con los 16,5km oficiales del recorrido.
La carrera comenzó tras un breve briefing por parte de Quique. Se encendieron los frontales y a correr. Las charlas, saludos y chascarrillos de los primeros kilómetros hicieron que nos olvidasemos del frío y la niebla. A medida que el grupo se estiraba, los frontales sucumbian a la oscuridad y el sonido de las pisadas ahogaba los comentarios esntre corredores. Ya cada uno se concentraba en vigilar el suelo y hacer frente a los continuos sube y baja del recorrido.
Tras una hora y pico, los participantes fueron llegando a la meta desde muy distintos sitios. La niebla había provocado que mucha gente se equivocase de camino en algún cruce y cada grupito había terminado improvisando para llegar a meta.
Nadíe estaba enfadado, todos habían disfrutado de una salida "pura".
Al germen que supuso el Trail de la Batalla de Alarcos 2012, esta IKENONA le ha servido de abono para estimular que este Circuito Trail Pirata de Ciudad Real crezca a lo largo del año que entra.
Un saludo a todos.

jueves, 13 de diciembre de 2012

2012.12.09 ¿En que unidades se mide la felicidad?

El puente de Diciembre se está haciendo más largo de lo que suelen ser los puentes que pasamos en casa. No hay prisas por reuniones familiares, ni exceso de vida social (el avanzado, y delicado, estado de mi mujer no lo permite). Todo va con calma tropical, tan solo alterada por esos momentos en que los niños juegan a funambulistas, dividiendo la cuerda en la que andan, no entre la vida y la muerte, sino entre ser adorables y odiosos.
Hemos creado un grupo de aficionados al trail. Las redes sociales nos permiten estar en contacto y poder animarnos unos a otros. Este sábado varios de los miembros de este grupo se han marchado al trail de Chiva. La envidia, por momentos insana, me carcomía así que he empezado a tirar de agenda para hacer una salida montañera. Los del Corricollano y el Club La Petaca están a tope así que no ha sido complicado sincronizar horarios y cerrar una salida para el domingo a primera hora. Por el camino he arastrado a Ivan y a Miguel Ángel con su amigo José Luis.
He dormido hasta mal esta noche de las ganas que tenía de enfundarme la ropa técnica, llenar la camel, revisar los geles, conectar el gps,....
A las 7:55 estabamos en la puerta de casa los 4 de Ciudad Real y a las 8:30 le dabamos al inicio de la ruta desde la sede del Corricollano (en Puertollano).
Mis compañeros de salida
No había intensidad. Eramos como una antigua locomotora. Echando humo, haciendo ruido y dedicando el tiempo necesario a ir cogiendo ritmo. Presentaciones, chascarrillos y collejas de reencuentros (han venido incluso Luismi y José Carlos, estábamos 4 quijotes!!). Supongo que ha Miguel Angel y José Luis les ha encantado esto de salir en grupo.
Enseguida el camino ha empezado a picar para arriba. Hoy vamos a hacer el circuito de la chimenea cuadrada que es una torre que se ve en lo alto del cerro. Mis compañeros de viaje van fuertes con estas primeras rampas. Lo bueno de conocerse es que sabes que esa, hoy, no es tu guerra. Me entrego a hacer compañia a Miguel Angel y José Luis, no siempre tienes un rato tranquilo para conocer gente en un ambiente distendido y nada forzado.
El primer ascenso nos deja en la cuerda de la sierra donde se encuentra el homenaje al minero, tan característico para Puertollano como las letras de Hollywood para Los Ángeles.

Me convierto en la cola del grupo para sacar al grupo en fila
Desde aquí trazamos un círcuito circular por trialeras que suben y bajan. Noto como he perdido la forma de la transAlpina, mis pies parecen los de un torpe bailarín y no consiguen, ni por asomo, la velocidad que les marcan mis ojos.
Hacemos agrupamientos de vez en cuanto, los de delante se paran y el resto vamos llegando. Las paradas, las hacen, en los sitios con las mejores vistas, como en la Chimenea cuadrada.


Parada junto a la chimenea cuadrada.

Julio me indica donde ponerme para tomar esta foto y parecer el "rey león", jajaja!!
Acabamos el primer círculo y volvemos al punto donde se inició para comenzar un nuevo circulo en torno al siguiente cerro. Los compañeros van cambiando, las posiciones dentro del grupo tambien. Ya estamos calientes y el sol nos acompaña con cierta fuerza, por lo que todos llevamos otra cara.
José Luis empieza a notar el castigo de los sube/baja, estos últimos meses no ha podido salir todo lo que quería y además es novato en estos perfiles. Sigo sin prisa a su lado, hoy quiero saborear cada minuto. Hago fotos, observo el paisaje, cuento anécdotas,... Me doy cuenta de que no me ha costado ni un solo euro tener este rato de armonia. ¿Que sentido tiene la busqueda de la felicidad material en la que estamos metidos? Parece que para ser felices necesitamos esas zapatillas o esa casa o ese coche o ..... Sin embargo, en estos momentos, estoy en un estado de felicidad y sin ningún económico. Necesito replantearme el concepto de vida!
Estamos acabando la vuelta al segundo cerro, más abrupto y con más cambios de dirección y pendiente que el primero. He sacado la cámara de video y he grabado mis primeras tomas. Uno de los de Puertollano nos deja ("Cajuna"), tiene prisa y el resto iniciamos la vuelta al tercer cerro. El comienzo es impactante, tenemos una rampa de 500m con el 37% de desnivel (según apunta Julio). Me adelanto para grabar al grupo. La experiencia es un grado y ya voy cogiendo el truco a coger imágenes en movimiento, lo fundamental es tratar de no estar tu también moviendote, jajaja!!!.
La subida es bastante dura pero los que ya se la conocen consiguen acabarla sib echar pie a tierra. Yo sigo a mi bola y andurreo un rato con Miguel Angel y José Luis. Arriba, disfrutamos las vistas e iniciamos una pronunciada bajada por una pista ancha pero muy empedrada. Luismi me pica para lanzarnos a tumba abierta y cojo el guante, se que el final de la salida está cerca así que me exprimo a tope. La bajada es exigente por las piedras que hay. Hay que cuidar los apoyos a la par que hacer fuerza con los cuadriceps para no perder el control con la velocidad. Luismi me pide que saque la cámara, en pleno descenso, y aprovecha para tomar la delantera (este Luismi se las sabe todas!!). Abajo esperamos al resto y nos reimos un rato con "los malos humos" de Abilio. Os dejo un video de la jornada

Iniciamos el descenso al punto de salida, el ritmo se va suavizando y vuelven los chascarrillos. El estiramiento es demasiado relajado. Nos enseñan la sede del Corricollano y nos despedimos, esperemos que haya muchas más.
Un gran domingo, no por los desniveles, ni por el tiempo, ni el ritmo. Un gran domingo por tener un kilómetro o litro o metro cuadrado o pulgada o grado centígrado..... de "felicidad".

Copiando a mi amigo Ivan y para que sepais al son que se mece mi alma mientras escribo estas líneas, os diré que ahora mismo suena esto de fondo.



lunes, 10 de diciembre de 2012

2012.11.22 ¿Que está pasando?

Mi cabeza no para de dar vueltas. Todo el día cazando pensamientos y sin embargo no encuentro la manera.
Estamos a 22 de Noviembre, hace un mes que puse mi última entrada aquí. Entonces parecía que la savia volvia a correr por mis venas. Nada más lejos de la realidad, un par de semanas después intenté correr el maratón de Ciudad Real. Mi cuerpo se revolvió. Los dolores de rodillas y tobillos me obligaron a tomar un descanso total de 2-3 semanas.
Ha sido largo. Por momentos demasiado largo. Sin embargo, cuando mi cuerpo ya estaba avituado al reposo mi mente se ha desperezado y mi corazón ha comenzado a tocar el tam-tam pidiendo guerra.
Hoy he ido al trabajo andando, el día es espectacular. Cruzar el parque de Gasset era la viva estampa del otoño. Aire fresco, hojas por el suelo, abrigos abrochados hasta el cuello, restos de charcos y rayos de sol desde un cielo limpio. Y a pesar de esta imagen tan característica de un otoño avanzado, al venir de 3 semanas sin hacer nada, he sentido la primavera por mi cuerpo.
Al llegar a casa y tener un rato frente al ordenador he canalizado mis búsquedas en la web. Quiero carreras de montaña. Quiero ultratrails. Quiero paisajes. Quiero soledad. Y sufrimiento, que no se me olvide el sufrimiento. Quiero superarme a base de hundirme una y otra vez. Quiero tensión, quiero cansancio, quiero sonreir y llorar. Quiero no saber lo que quiero. Quiero madrugar para que me cunda el día pero a la vez quiero subir el edredón hasta las orejas para que no se escape el calor.
Siento que la vida vuelve a mi cuerpo. Como una transformación. Por eso, hoy me pregunto....
¿Que está pasando?.
Un saludo a todos.
P.D.: el 2013 va a ser increible, estaría encantado de que estuvieseis ahí conmigo, ¿os apuntais?

martes, 23 de octubre de 2012

2012.09.27 Hoy he vuelto

Han pasado dos semanas y media. Parece que han sido 2 meses y medio. Igual que los 8 días de carrera se hiceron mucho más, los días sin ella se hacen largos y parace que nunca llegará el momento de afrontar otro reto.
Llegar de Alemania fue una paliza: levantarnos a las 5:30h de la mañana y llegar a casa a las 22:15h se hace duro, 5 horas y media de autobús, casi 3h en el aeropuerto con las maletas, 2horas y media de avión y luego llegar a casa.
Recuerdo como a pesar de estar todo el día dormitando aquí y allá, no sentí que empezaba a descansar hasta que no crucé el umbral de mi casa y sentí el abrazo de mi mujer y mis hijas. 12 días sin mis hijas, en una situación de batalla sicológica, te hacen ver lo importante que es tener a tu lado las referencias de tu vida, familia y creencias.
La semana posterior a la Transalpina ha sido de escasas sensaciones. Obligado a refugiarme en el trabajo para recuperar el tiempo perdido, la semana ha pasado con sensación de vacío. Como cuando un electrocardiograma está plano. A mitad de semana empezó a despertarse en mi un hambre atroz. Quería comer a todas horas y mi entorno favorecía esto (mi padre me acercaba cosas al trabajo, mi madre me invitaba a comer,...) parecía que mi alrededor era una unidad de cuidados intensivos camuflada en mi día a día.
Las ganas de hacer deporte seguían latentes. Un día, metido en la rutina, me obligo a correr a por un olvidado recado mientras la cajera empieza a pasar mi cesta de la compra por el escaner. Es una sensación rara. No estoy en los Alpes, no estoy solo, no hay pendientes, ni frío, ni sol, ni viento,.... pero llego a la caja con una esbozo de sonrisa en la cara. En el coche, de vuelta a casa, noto la mirada de mis piernas clavada en mi cara. Me hago el despistado y fingo no notar esta intimidatoria mirada, pero mi cabeza ha comenzado a funcionar. ¿Cuando volveré a correr? ¿Debo esperar más tiempo o esta agradable sensación es síntoma de que estoy bien?
Sigo en una burbuja que me aisla de lo sucedido 10 días atras. Comiendo, durmiendo y no haciendo más que un poco de gimnasio.
Me apunto a la media maratón de Puertollano y la corro muy tranquilo junto a Juanma y David (mis hermanos). Apenas he sudado y no me siento cansado aunque hayamos tardado 2h y 22min debido a unas molestias musculares de David.
No sé que pasa, es como si no tuviese sentimientos, como si fuese un tempano de hielo insensible a todo lo que semanas atrás llenaba mis sentidos.
No quiero obsesionarme y me repito continuamente que el tiempo todo lo cura.
Los días pasan y trato de volcarme con el trabajo y con la familia, los daños colaterales de mi preparación para la TransAlpine Run. Ya hace un mes que acabó la carrera y solo he salido a correr la media de Puertollano. Es domingo, hace sol, el otoño no quiere entrar y el viento mece los arboles tratando de arrancar las numerosas hojas que lo cubren, como un niño enrabietado por que no le dejan jugar con su juguete. Me visto de corto y troto hasta Las Casas, donde vamos a comer.
Las sensaciones se acumulan tímidas, al principio, en los poros de mi piel. Mi carrera es suave, quiero disfrutar esta soledad y estos momentos conmigo mismo. Mi mente quiere volar y subo la música para ahogar el ruido del tráfico y darle a mi interior un momento de intimidad. De repente el sol calienta mi cara, el aire ya no es una losa y resbala por mi estela mientras avanzo. La mirada se levanta, como un avión al despegar, buscando un horizonte, un desafío,.......una meta.
Dios, es increible! siento como una especie de droga va invadiendo mi cuerpo, que cada vez pesa menos. Las articulaciones van encontrando su ritmo y ya funcionan en perfecta armonía, sin molestias ni pereza. La música me posee, me acompasa, me anima, me acelera,... juega conmigo sin que yo oponga resistencia.
Acaba el camino, se ha hecho corto, pero soy feliz. Ha terminado la oscuridad, ahora sé que estoy vivo, que puedo volver a sentir. Ahora veo que puedo sentarme en el porche, balancearme en mi mecedora y disfrutar de la rutina. Puedo dejar de buscar cual podría ser mi próximo reto, el me buscará a mí.
Hoy he vuelto.

domingo, 9 de septiembre de 2012

2012.09.08 Octavo y ultimo día de carrera

Anoche, tras una tarde de desanimo y cansancio, José Luis y yo nos fuimos al briefing, fotos y videos del día mientras Iván se acostaba sin cenar. Imaginar como se encontraba. José Carlos y Luismi, con su experiencia siguieron la rutina de preparar todo antes de la pasta party, cenar a primera hora e irse a descansar sin briefing, fotos ni videos. Me costaba dormirme, me preguntaba si había sido demasiado explícito en mi crónica y podía haber dejado preocupada a alguna de nuestras familias. Antes de cerrar los ojos, le pedí a Dios que obrase el milagro de la noche y nos permitiese salir juntos mañana y no sufrír tanto como hoy.
He descansado bien. Tras ir al baño con mi cojera post-carrera he hablado con José Carlos para tomar una decisión. El cree que lo mejor seria recortar el compeed despegado y pegar otro encima (el tercero). Asi lo hacemos. Hoy quiero ser positivo, no me quiero ir de la transalpina sin sentir que lo estoy pasando bien. El ambiente en general es de optimismo. La planta del pie no me duele tanto, ando despacio pero bien. Desayunamos en un hotel junto a la salida. Hace fresco (9°, ayer había 5°!!!) por lo que nos quedamos en el hotel hasta que faltan 10min para salir. Nos hacemos la foto de rigor y comienza la musica de AC/DC, todos sabemos que es el día para echar el resto asi que aplaudimos hasta que nos duelen las manos. Comienzo a grabar, el publico, el paisaje, el pelotón,... Joder es el ultimo día, hoy la meta es el final!!! Salimos juntos, como conjuramos anoche. José Luis necesita un poquito mas de ritmo y se aleja unos metros. Yo me quedo con Iván, es el que peor esta y hoy somos un EQUIPO. El ritmo de Iván es lento (7:35min/km) pero nos vale, hemos echado cálculos y tenemos que pasar el km 15 en 2h, subir el puerto en 1h 30min y entonces nos quedaran 3h 30min para la bajada (donde Iván sufre mas). Iván, por primera vez en mucho tiempo, parece que me hace caso y se pone un ritmo que es lento pero que nos vale si es capaz de mantenerlo hasta el km 15 (2° avituallamiento). Hoy quiero ser positivo, pongo musica en el iPhone y eso ayuda a desconectar a Iván. Mientras corremos hombro con hombro, vienen a mi cabeza los grandes momentos que hemos vivido Iván y yo juntos. Iván-le digo sin dejar de mirar al frente- ya no eres mi amigo. El pone cara de sorprendido, no entiende por que le interrumpo cuando intenta acompasar su cojeras mantener el ritmo. Me giro y le miro a los ojos-ya eres como mi hermano- le expecifico mientras nos abrazamos sin detener la carrera. Los km van pasando, hemos atravesado el primer avituallamiento (km 6) y no nos paramos. Insisto a Iván en que es clave ser súper constantes, no ambiciosos. Nuestro ritmo se mantiene y llegamos al 2° avituallamiento en 1h y 54min, 6 min por delante de nuestra estimación. Tampoco paramos aquí, este ritmo no es nada para nosotros y nuestras camelback van a tope. Iniciamos la subida. Es una pista ancha, lo cual nos viene bien por que podemos mantener el ritmo. A mitad de subida el terreno se vuelve mas irregular e Iván lo pasa peor. Se esta portando como un jabato y en cuanto la pendiente es mas suave o llano, hace el esfuerzo de correr como puede. Coronamos el collado de hoy tras un km final con un escaparate impresionante, los 3 picos. Nos hacemos fotos, se hacen bromas,... Como he echado de menos estos momentos. Me doy cuenta de que he ido con gente estupenda pero que me faltaba este vinculo que me une a mis AMIGOS.
Iniciamos la bajada con miedo por Iván. La pendiente es mayor los primeros 6 km asi que estamos con la calculadora continuamente. Es complicado por que la gente nos va pasando y eso te angustia, pero es mejor sacrificar unos minutos en la bajada y que Iván llegue entero a la zona mas llana y sea capaz de aguantar el ritmo. Nos llevamos una sorpresa por que la bajada nos permite (a Iván) ir a 17min/km. Pasamos por el ultimo control con tiempo de sobra para pasar el corte. Nos quedan 5,9km, Iván lleva el gesto cambiado, reconoce que le duele pero hoy el dolor es distinto, el subidon hace que los dolores se mitiguen. A 3km para meta sacan las camisetas con sus niñas, las emociones comienzan a subir.
En el km 2 nos vamos abrazando, las lagrimas se agolpan en los ojos, esto esta hecho!. Foto en el cartel del km 1, el ultimo de los 320km que teníamos que recorrer. Desplegamos la bandera de España que José Luis ha llevado al cuello desde el collado. Vamos los 3 en fila, la bandera sobre nuestras cabezas, la gente aplaude a nuestro paso, nuestro ritmo sube a pesar de las quejas de Iván. Luismi esta grabando nuestra llegada. Entramos en meta. Esto se ha acabado!!! Hemos sido capaces!!! Empezamos juntos y terminamos juntos!!! Nos fundimos en un abrazo. Este abrazo es un enlace de sangre, los lazos que hemos unido en esta experiencia son....... sin adjetivos. Se unen a nosotros José Carlos y Luismi. Aquí falta Marco. Las emociones no aguantan, las lagrimas salen depurando mi interior y sacando afuera los malos momentos, el cansancio, la tensión, los dolores,.... Todo lo que no quiero que forme parte del recuerdo de este desafío, de esta aventura, de esta locura!!!
Esto es el final. Se que he sido largo. Se que por momentos no se ha podido entender que hacíamos aquí pero hoy, ahora, todo tiene sentido. Estamos en mitad de la pasta party, el ambiente es increíble. Solo 600 personas en todo el mundo han tenido el valor o la posibilidad de empezar esta prueba. En nuestra categoría empezaron 83 parejas y hoy quedan apenas 45. Las estadísticas decían que el 40% no acababa la prueba y estamos aquí. Nos sentimos afortunados. Una gran parte de nuestro éxito se debe a nuestra fortaleza mental y esta ha existido por el gran apoyo que hemos recibido de todos. MUCHAS GRACIAS!!!!

viernes, 7 de septiembre de 2012

2012.09.07 Séptimo día de carrera

Septimo dia de carrera, por donde empezar..... Lo haré por anoche.
Ayer antes de la pasta party (nuestra cena a las 17:30), mientras nos instalábamos en el campamento, Luismi y José Luis tuvieron un momento pletórico de gracias y chascarrillos. Nos reímos con ganas, hasta dolernos las abdominales. O como dirían en Los Yebenes, maladá que no me duelan las abdominales de reírme. Fuimos a la cena y luego a tomar una cerveza, es decir, a buscar un hotel/bar con internet y poder colgar la crónica. Estuvo divertida la tarde, pero con tantas risas yo no podía escribir asi que me quede solo a terminar mientras unos se iban a la cama, otros al briefing, otros a curarse,... Me perdí las fotos del día y parte de los videos, pero bueno. Al acostarme, sin móviles, sin comentarios,... pensé en como me iba a levantar con las plantas de los pies, pero estaba cansado y me dormí sin sacar nada en claro.
Esta mañana al levantarme (5:40h) he pensado que iba a ser un día duro. Las ampollas me están doliendo un huevo. Tenemos que andar 10min para llegar al hotel donde desayunaremos. Me duele mucho y llego al hotel completamente desanimado. No hay wifi pero me conecto a internet. Necesito los mensajes de animo para afrontar la etapa. Entro en Facebook y al llegar al comentario de mi mujer, dejo el móvil en la mesa y me derrumbo. Lloro a moco tendido, sin consuelo, por que nada podrá quitarme el dolor al apoyar el pie. El llanto me deja mas tranquilo, pero parece que nada quiere salir esta mañana. Tengo que pasar al baño 2 veces en media hora y o algo me sentó mal o estoy con una diarrea/gastroenteritis. Voy a la línea de salida con el animo por los suelos, cada pisada rabio. Me meto en el box y no hago ni el intento de buscar a mis compañeros de jornada. Hoy no me siento a la altura. Ponen la música de AC/DC mas alta y mas tiempo. La gente se arranca a aplaudir como nunca. Algo mágico se produce en 30" porque me da la vuelta. Me digo: "que haces aquí? Aprieta los dientes y lucha, joder". Salgo corriendo con el pistoletazo, la planta del pie emite alaridos de dolor que mueren en mi boca. Aprieto los dientes hasta hacerme sangrar el labio. No voy a parar. Localizo a Luis y a Rosanna. Me concentro en apoyar bien el pie, no quiero cargarme nada mas. La planta del pie no deja de doler. Hemos dejado la carretera al salir del pueblo y ahora vamos por un camino pedregoso. Al ir todos tan juntos apenas se ve al camino y no puedes adelantarte a muchos apoyos. Me clavo piedras directamente en la ampolla. Como duele! Lloro nuevamente, alguno se gira al oír mis gemidos entrecortados. Intento engañar a mi mente, no es dolor que me llega del pie, es alegría y mi llanto es de felicidad. Oigo una voz que me pide paso con sarcasmo. Es Iván! Seguido de José Luis!. Hoy parece que Iván ha salido dispuesto a sufrir. Me pasan sin problemas. Yo sigo a mi bola, bastante tengo con estar sufriendo la leche con seguir a Luis y a Rosanna. De repente Rosanna se para a mear. No puedo parar!!! No podría empezar de nuevo con este proceso de matar el dolor con mucho mas dolor. Sigo solo, supongo que Luis y Rosanna no tendrán problemas para cogerme. Veo a Iván y José Luis y me tiro a por ellos. Iván ya va renqueando pero este terreno no le termina de ir mal. Me quedo con ellos. Llegamos al avituallamiento del km 12 juntos. Una pena que no haya control de chip, por que seguro que les dábamos una alegría a los de casa. Empezamos la primera subida tras el avituallamiento. El ritmo no es malo. José Luis echa de menos unos bastones. Llegamos arriba en casi 2 horas de ascenso para superar los 1.000m de desnivel. Que bonito ha sido ascender con mis amigos, ahora me doy cuenta de que cuando vas con alguien como pareja tienes estos momentos, obviamente yo no he podido tenerlos desde la lesión de Marco. En la cumbre nos hacemos una foto los 3, con la bandera de España, e iniciamos la bajada. Iván va sufriendo mucho, las bajadas le matan y nos esta relentizando. Mi planta del pie comienza a enfriarse y ya noto cada piedra en mis ampollas. Tomo la decisión de irme hacia delante. Necesito dejar de sentir este dolor en la planta del pie o la etapa va a ser un puñetero infierno. Le pido paso a Iván, me muerdo el labio y pienso: "mi dolor será mi gloria". Me tiro hacia abajo. Joder como duele! Es felicidad toty, es felicidad no dolor. La bajada es larguísima pero empiezo a coger gente y la planta del pie ya solo me revienta en las curvas a izquierda. Al fondo aparece un lago, mucho mas abajo, asi que me mentalizo de que me queda todavía media hora de descenso.
Cuando llego al lago, el terreno horizontal me alivia los cuadriceps, vacios de 1h de bajada exigente. De vez en cuando atravesamos pedrizas que me machacan la planta de los pies. Se oye un speaker de fondo. Parece que son conscientes de la dureza de hoy y han puesto mas medios. Dice mi nombre y llego al segundo avituallamiento. Estoy en el km 26.
Me toca volver a subir otros 1.000m de desnivel. Voy pasando gente y me encuentro bien. Comienzo el ascenso. Los primeros 500m de desnivel son entretenidos, vamos pegados a una pared y cuando parece que no se puede avanzar, una sendita continua el camino entre la pared y los cortados. Ya me he acostumbrado y dejo de ver el peligro de una caída (muerte segura) y disfruto la perspectiva que estoy ganando sobre el lago. La transición entre la primera parte de la subida y la segunda, pierdo sensaciones. El terreno cada vez es mas pedregoso y se hace difícil tener un ritmo de subida. Ademas ya hemos vuelto a superar los 2.000m de altitud y el sol hoy es castigador. Me da la sensación de que cada vez voy mas lento. No paro de beber de la camel, aún quedan 7-8km hasta el ultimo avituallamiento, debo beber y dosificar el litro de preparado que llevo a la espalda. Por fin toco la cumbre. Exhalo aliviado y no doy tiempo a enfriarme, comienzo a bajar lentamente. Las piernas ya no van frescas y la bajada se va orientando hacia una pedriza inmensa. A medida que pasan los metros el terreno esta mas suelto, piedrecitas que provocan algún que otro resbalón. Un interminable y vertical zigzag sobre la pedriza nos muestra la próxima hora de recorrido. Imaginaos lo que es correr los km iniciales a 6min/km, la subida a 30min/km y las bajadas a 11min/km.
La bajada se me esta haciendo eterna, cada vez llevo menos ritmo. Estaba yendo solo por delante y por detrás, son embargo ahora veo una decena de corredores dispersos por las curvas encima de mi cabeza. Empiezan a pasarme corredores, la pedriza no parece acabar nunca. Cuando conseguimos salir al bosque, la sombra alivia mi calor y la pista forestal se convierte en un regalo para la planta de mis pies. Me adelanta una pareja de alemanes, me pongo a su rueda para recuperar ritmo de carrera por que mi ordenador de a bordo ya no funciona. Por fin llegamos al 3er avituallamiento. Estoy fundido. Esta situado al sol, tan deseado por los alemanes que lo atienden, pero tan odiado por mi hoy. No tengo fuerzas. Estoy cansado, no tengo ganas de seguir corriendo, me duelen las plantas de los pies, el alma, me duele todo. ¿Que sentido tiene este martirio?... La alemana que viene conmigo se baja la malla y se pone a mear a 1 metro del avituallamiento. Hemos perdido el pudor, somos animales en un juego de supervivencia. Ya solo vale llegar a la meta y descansar.
Inicio la bajada enganchado a los alemanes. Quiero que esto acabe cuanto antes, como no haga el esfuerzo de mantener el ritmo de esta gente me voy a poner a andar y no quiero quiero acabar la etapa en un paseo moribundo. La planta del pie se queja al coger el asfalto de los 5 últimos km, lloro de nuevo. La etapa esta siendo durisima, física y mentalmente. Me encuentro mas solo que nunca. Los metros se hacen kilometros, el sol parece que me baña de plomo, el asfalto parece pegarse a mis zapatillas. Aprieto los dientes, ya me duele la mandibula de sufrir hoy. Cuento hasta 100 a ver si se me va de la cabeza todo lo negativo. Cartel de 2km, joder venga! Cuento hasta 100 otra vez, ya se ve el cartel del ultimo km. Le doy las gracias a los alemanes, que van cogidos de la mano. Tengo las fuerzas justas para hacer el numerito del Quijote. El speaker ya sabe quienes somos y suena en la megafonia mi nombre y el de los quijotes transalpinos. Cruzo la meta exhausto. Me siento en el suelo, la gente me da palmadas en la espalda. No oigo nada. Solo veo todo el sufrimiento que he pasado en el día de hoy. Me llevo las manos a la cara y lloro. Un español me pregunta si estoy bien. Le digo que si, es solo que ha sido muy duro. Me meto en la helada fuente de la plaza para calmar mis piernas. Mi mirada esta en el infinito. Llamo a mi mujer y no puedo evitar la emoción, casi soy incapaz de hablar. Al colgar le pregunto al speaker por mis compañeros. Me dice que acaban de pasar el ultimo control. Me siento a esperarles. Ni estirar ni leches, quiero verles llegar y abrazarles. Pasa una hora y veinte minutos cuando por fin anuncian su llegada. El sol es infernal. José Luis grita de rabia al cruzar la meta. Iván se derrumba. Ha tenido que ser la leche de duro. Lo ha sido para mi no puedo llegar a imaginar como habrá sido para el y para José Luis ir viendo este sufrimiento.
Solo queda una. Lo digo sin alegría, sin sentimiento. Vamos a terminar esto juntos. Correremos la etapa juntos y acabaremos este infierno juntos. Cuando el tiempo pase y todo este sufrimiento se olvide, recordaremos los grandes momentos de estos 8 dias. Hoy solo vemos sufrimiento, mucho sufrimiento.
Gracias por vuestro apoyo. Mañana os espero, dios mediante, en la meta de este desafío.

jueves, 6 de septiembre de 2012

2012.09.06 sexto día de carrera

Sexto día de carrera, no ha podido empezar peor para mi. Anoche, mientras vosotros os preocupabais por mi tobillo, lo que me tenia cojo eran las ampollas de la planta del pie. Entre la base de los dedos y el compeed que me puse el segundo día, una ampolla había salido y se había reventado en los dias siguientes. No queda piel y tengo unos 2 cm en carne viva. No puedo andar apoyando la parte delantera del pie. Voy andando a golpes de cadera, apoyando el lateral del pie. Al levantarme decido pedirle a José Carlos que me ponga un compeed encima del que tengo. Hay que tomar decisiones y nos quedan 30 min para coger el bus a la salida. Afortunadamente el compeed pega bien, tapando la zona (José Carlos esta siendo una suerte de medico para todos nosotros). Me tomo un gelocatil para mitigar el dolor en los primeros momentos. Desayunamos algo estresados porque hay que coger los autobuses que nos llevan a la salida.
La entrada en los boxes se convierte en un reunión de amigos: que tal hoy? Como va esa rodilla? Que plan tienes hoy?,... La salida es rutinaria: helicóptero, musica, palmas y a empezar. Hoy me cuesta mucho arrancar, la planta del pie grita con cada apoyo y aprieto las dientes para no perder la estela de Luis y Rosanna. Tengo que concentrarme para hacer el apoyo bien y no provocar una sobrecarga de otros músculos. La etapa de hoy es de las que te cambian la marcha, con mucho llaneo antes del ascenso mas largo de esta edición. La otra etapa de esta características fue la que provoco la lesión de José Luis por lo que hay que andarse con cuidado. Luis y Rosanna marcan el ritmo de siempre, exigente pero cerebral. El pie quiere ir calentando y ya consigo ir en la estela de mis compañeros sin problema. El primer avituallamiento esta en el km 12, llegamos ya con una ubicación habitual dentro del orden de carrera. Al haber menos parejas, muchos de los que salen en el 3er box se han pasado al segundo, saliendo con nosotros y por tanto haciendo que nos crucemos con ellos en los primeros kilómetros. Tenemos 23km antes del gran puerto de la jornada, repartidos en estos km hay dos pequeños puertos. Hace una semana estos "pequeños" puertos serian mas grandes que cualquiera de los que hemos subido en los entrenamientos, hoy son un punto para cambiar el ritmo y la pisada. Los km de llano se hacen duros y largos. Se nota que nuestro entrenamiento ha sido mas bien "llano" porque mi ritmo en este terreno es superior al de mis compañeros de jornada. Me obligo a ponerme tras su hombro y no dispararme. Vamos a un ritmo muy decente de 5:45-6min/km pero estamos hastiados de asfalto y de llano. No puedo evitar acordarme de mis compañeros del Ala14, de las salidas con ellos, las risas, los chascarrillos,... Esta parte de la jornada es lo mas parecido a una salida con el club. Debido al asfalto noto la ampolla quejarse pero intento pensar en otra cosa. Miro el móvil en el 2° avituallamiento, Los mensajes de animo llegan, Clara, Jaime, Tere, Luis,... me dan esa inyección de moral para seguir agarrándome a la rueda de mis compañeros. La subida que comenzamos empieza con un panel informatico "the longest ascent". Subimos 1.400m en 3km. No hay tiempo para adaptar el paso, la pendiente sube por momentos. Me llama Carlos, el presi del club, quiere saber de mi bica como estamos todos. Le digo la verdad, todos estamos con la intención de acabar, no hay mas expectativas, ni clasificacion, ni tiempos,... La pendiente ya entrecorta mi conversación asi que me despido. He desconectado durante un minuto, pero la montaña mantiene la dureza de la subida y me cuesta refugiarme en mi imaginación. Estamos ascendiendo por una trialera, hay que hacer un esfuerzo mental para seguir el ritmo. No dejo de pensar en mi ampolla, joder necesito despistarme!. Salimos a la vía de servicio de la estación de esquí, es mas cómodo andar aquí que en las tríaleras, la pendiente sigue inflexible y hoy tengo un bochorno bestial, no paro de sudar!. Me imagino la pista llena de nieve y me elevo hasta el funicular que avanza por encima de nuestras cabezas. Ahora estoy abrigado, con mi familia y viendo las pistas que voy a bajar desde la altura. Me entretengo en imaginarme tomando esa curva, derrapando en ese claro o haciendo el huevo en esta recta. Volvemos a las tríaleras y vuelvo a la realidad. Caigo en la cuenta que desde que hable con Carlos hemos estado en silencio, pero no solo nosotros, todos. Solo se oye resoplar y el tic-tac de los bastones. El camino esta mullido de musgo y aciculas de los inmensos pinos. La altitud no deja de subir y a medida que nos acercamos a los 2.000m los arboles se van espaciando y la brisa de la montaña se cuela juguetona entre ellos. Agradezco este frescor porque sigo acalorado, la camel lleva liquido dulzón y necesito ya un vaso de agua. Salimos a una nueva pista, ancha y a lo alto divisamos donde termina el remonte. Apenas nos quedan 150m de desnivel por cubrir y alcanzaremos los 2.200m donde se corona esta terrible subida. Corono a lo "quijote" e iniciamos la bajada. Con el aire y mis movidas mentales me había olvidado de la ampolla. En las primeras rampas veo las estrellas. Me quedan 7 km de bajada y tienen pinta de ser exigentes. Me planteo soltar la rueda de Luis y Rosanna pero pienso que cada km que haga con ellos me acercara a la meta mas rápidamente y que como me pare la bajada puede convertirse en un infierno interminable. No dejamos de pasar gente y eso me motiva. La pista inicial, tras 2 km de bajada pasa a ser una carretera. Luis bufa porque el asfalto le da asco pero a mi me permite no tener que ir concentrado en la pisada y fijarme en el paisaje. Es increíble, colosos de piedra adornados de pinares cerrados, con estrías de pistas de esquí donde el verde intenso de la hierba provoca contrastes de cuadro. Las banderolas de 5, 4, 3, 2 y 1 km llegan ahora a toda velocidad. Me da el subidon de ver completada otra etapa. Ya solo quedan dos! Una y la ultima como decimos aquí. Ahora a lamer las heridas y a descansar.

José Carlos y Luismi han llegado 40min antes que yo. Están contentos, José Carlos va a mas y Luismi esta teniendo molestias en el talón de aquiles con una bursitis.
José Luis e Iván terminan 1h después que yo, los espero en la meta y nos abrazamos. Para ellos esta siendo duro luchar cada etapa. José Luis se encuentra mejor con los estiramientos que le estoy haciendo de la cadera peo Iván tiene el tibial inflamado y no puede con las bajadas y menos cuando son de 1h.
Mañana penúltima etapa, 43km con dos subidas y bajadas importantes. Hay mucho respeto por que cada día cae gente pero solo quedan 2 dias!!!! Hay que luchar con todo.
Iván me comenta que cuando las fuerzas le abandonan, cuando no deja de darle vueltas a la retirada, todos los mensajes de apoyo le transmiten la energía necesaria para continuar. Yo le digo que hablo en nombre de todos cuando os agradezco vuestro animo, pero quiere que haya mención escrita y aquí queda.
Gracias de nuevo y, si Dios quiere, nos vemos en la meta de mañana.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

2012.09.05 Quinto día de carrera

Ayer tras enviar la crónica nos bajamos al briefing. Hacen un resumen de la siguiente jornada, que la catalogan como la mas bonita de esta edición de la transalpina. El único pero es que la predicción meteorológica dice que vamos a llegar con lluvia. Tras el briefing hacen el reparto de trofeos de la jornada: mejor pareja mixta, femenina, master 100, master 50 y senior. Nos quedamos alucinados, la gente esta encantada y aplaude al ritmo de la música cada trofeo. El ambiente es extraordinario, creo que todos pensamos que hay que celebrar que hemos pasado el ecuador de la prueba. Cuando me quiero levantar para irnos al campamento a hacer la mochila y preparar todo, me da un dolor en la base de los dedos del pie. Es insoportable y me hace cojear. Córcholis! Que demonios pasa? En el campamento vemos que por debajo del compeed que tenia en la planta del pie, desde la noche del segundo día, la ampolla ha seguido creciendo. Tenemos masaje a las 21:20 que se retrasa a las 21:35h. La masajista no tenia fuerza ninguna después de dar masajes desde las 14:30h (tampoco yo la necesitaba, tan solo era quitarme tensión muscular), se llamaba Bárbara y le prometí que si hoy me encontraba bien, la sacaba en el blog. Volvemos al campamento a las 22:15h y le pido a José Carlos que me pinche la ampolla y me ponga un hilo con betadine a modo de drenaje (no pongáis esa cara, aquí lo hace todo el mundo). Me acuesto dándole vueltas a la cabeza con lo del pie. Al final consigo dormirme, anoche no se oía ni un ruido, todos estaban machacados.
6:00h todo el mundo de pie. Se nos va una hora en desmontar todo. Al bajar a desayunar noto la planta del pie mucho mejor, obviamente no esta perfecta, pero miras alrededor y ves que todos van con tapes de colorines por las rodillas, tibias, gemelos, cuello,... asi que no me quejo. Hace frío, esto es una carpa y entra aire por todos lados. Sigo la rutina: te con miel, tostada de nutella y cereales con yogur. Joder que temblera me esta entrando, subo a por mi mochila y me pongo el impermeable. Hago el checking se salida como adjunto a Luis y Rosanna, hoy sigo dispuesto a salir con ellos. Hacemos la foto de salida con José Luis e Iván ya que los del Corricollano ya han desaparecido. En cuanto suena AC/DC me pongo a grabar, la iglesia con los verdes Alpes al fondo es de postal. Me he despistado con lo de la foto y he perdido a mis compañeros de carrera. Me despido de Iván y José Luis e inicio el duro ascenso de salida en busca de ellos. Ya me sobra el impermeable, de repente hace un calor de muerte. Por fin llego a la altura de Luis y Rosanna, me ha costado 900m, lo se porque se me había olvidado conectar el GPS y quiero saber el desfase que llevo. Intento bajar pulsaciones y acoplarme al ritmo de ellos. Vamos por un pinar impresionante con arboles de 40-50m. El primer avituallamiento esta en el km 5 después de subir 4 e ir otro km por toboganes. Me obligo a comer una barrita, plátano, sandia y agua. Salimos enseguida y hago una paradiña en el edificio junto al avituallamiento, hay un libro de firmas y quiero dejar unas lineas. Voy con ventaja porque mis compañeros se han entretenido en esperar a Patxi y Aran por lo que salgo con ellos. Hoy se suman al grupo Luz y Mishael, este ultimo con una fisura en la costilla una semana antes de la transalpina. Voy cómodo, no tengo que pensar en el ritmo, me pongo a rueda de Mishael y dejo volar mi imaginación. Con todos los comentarios del blog, de facebook,... Me pongo a repasar la relación que me une con todos ellos y revivo momentos de mi infancia, adolescencia (que menuda adolescencia) y de mi vida reciente. Hemos superado el tramo gordo de esta primera subida y ahora el ascenso es leve acercándonos al circo montañoso que nos cierra el paso. Mishael advierte que en lo alto del circo parece haber gente. No me lo puedo creer, estamos a 2.000m de altitud, nos quedan unos 2,5km para llegar al collado y se intuyen unas siluetas en el borde del mismo. El aire arrecia, debido a la altitud la vegetación ha desaparecido, paro a ponerme el chubasquero y reanudo la carrera para no perder el rebufo del grupo, hoy no puedo perderlo.
Por detrás, José Luis e Iván han comenzado despacio, la fuerte subida no le transmite nada bueno a José Luis asi que rehuyen de los grupos de cabeza y se refugian en la tranquilidad de los que solo quieren acabar la etapa. Las rampas de los primeros km son un duro test para la rodilla de José Luis, que aún asi llega al primer avituallamiento con mejores sensaciones.
Mishael ha decido tomarse un descanso, rozamos los 2.200m y sus molestias en la costilla le complican la respiración, que ahora es mas lenta y pesada para todos. Sigo con Luis, Patxi, Aran y Rosanna. Es increíble como son estos montañeros, su ritmo es una apisonadora. El circo ya esta encima de nosotros, formamos una enorme serpiente multicolor y tanto por encima como por debajo de nosotros los llamativos colores de los chubasqueros salpican las eses de ascenso al collado. Coronar el collado es un momento de excitación, he visto estas imágenes en los videos de promoción de la prueba y ahora estoy aquí. Los últimos metros discurren por el filo de la montaña, echas la mirada a la derecha y ves la cadena humana que con paso pesaroso sigue nuestros pasos. Mirando a la izquierda observas una deshilachada formación que se lanza con ritmos mas vivos a descender la montaña. Grabo todo con mi cámara y me hago fotos de todo, no quiero que en algún momento mi memoria deje pasar detalles de este paisaje. La bajada pone en evidencia a quienes andan tocados, Luis me recuerda que hay un dicho en mas carreras de montañas "no se pierden en las subidas y se ganan en las bajadas". Me concentro en los apoyos, no quiero tener sustos con el tobillo y en estos primeros metros los neveros manchan de barro las tríaleras de descenso, cualquier resbalón puede ser fatal. Luis y Rosanna no bajan el ritmo, los mantengo a distancia y no me angustio. La bajada va estirando el grupo y ahora resulta mas rápido recuperar mi sitio tras estos fieras. La bajada de 6km se hace muy larga, me da miedo que algún músculo diga basta, eso significaría morir en la orilla. Mientras continuo el descenso me acuerdo de Iván y de sus colegas del "Tierra Trágame", sus consejos me han permitido optimizar mi preparación y sentirme poderoso mientras adelanto alemanes, ingleses, suecos, holandeses,... Distraigo mi mente saludando a todos, e ingles, italianos, francés, alemán,.. Si no gano la carrera ;-) me darán el premio al que mas anima. Ellos no tienen a toda la gente que me están mandando esa energía desde casa, asi que les apoyo yo.
Acaba la bajada, por fin, me acuerdo de iván u José Luis, lo van a pasar mal con esta bajada tal larga y sus rodillas doloridas. Nuevo avituallamiento, segundo de la jornada, nos lo toma os con tranquilidad, habrá que superar otros 1000m en 3km. Me cuesta mantener el ritmo del grupo, no quiero castigar mis piernas y tampoco perder su estela. Me refugio en mi mundo paralelo, me acuerdo de los abrazos de mis peques, de mi mujer, hoy me doy cuenta de que el gran premio de acabar esta aventura será poderlas abrazar, escuchas las sentencias de Celia y la inocencia de Carlota conjugando verbos a su manera. Recibo los sms de Clara y de Jaime que me empujan a no dejarme vencer. Siento que me envuelve el rítmico sonido de los bastones sobre la grava, tic, tac, tic, tac. Sincronizo mis movimientos (pierna derecha, bastón izquierdo y al revés) estoy dentro, ahora vuelvo a estar cómodo. Patxi y Ara se marchan, están a tope. Coronamos en poco mas de una hora, ahora tríaleras rompe piernas y comenzamos a bajar. Hago inca pie en la concentración de los apoyos, me quedan 12km de bajada, 12km!!! y no la puedo cagar. las piernas no dan a basto a demandar oxigeno, las raíces parecen elevarse para querer trastabillar tus pies, el agua moja las piedras para que resbalen mas,... Vuelve a ser una guerra entre la montaña y yo.
Ultimo avituallamiento, me quedan 6km para llegar!! Estoy alucinando, llevamos 4h 45 min. Al ponerme en marcha vuelvo a sentir el dolor en la planta del pie. A pesar de que le he dejado el hilo puesto a modo de drenaje, se ha vuelto a llenar de liquido y en estos momentos me esta matando. Me cuesta comer a Luis y a Rosanna. Después nos metemos en un bosque y hacemos los últimos km junto a un rio. Cascadas inmensas llenan el aire de fina lluvia que nos refresca. Hoy habían predicho lluvia para el final de etapa y sin embargo estamos muriendo de calor. No dejo de beber de la camel, hay que cuidar todos los detalles.
Mi entrada a meta repite la perfomance del Quijote cabalgando, el speaker ya sabe que somos los Quijotes Transalpinos.
Me abrazo a Luis y a Rosanna, ha sido otra etapa gloriosa. La mas bonita de todas hasta ahora, los valles, el paso del collado, la cascada, la bajada por los bosques,...
Saludo a José Carlos y Luismi que han llegado hace 26min y estiro mientras espero a mis compañeros. Pregunto los tiempos de paso del ultimo avituallamiento para estimar cuando llegaran, me dicen que con una hora de retraso. Su entrada en meta es triunfal, han asumido que lo importante es acabar cada día y hoy han cumplido el objetivo.
Subimos al campamento a lamernos las heridas: coser ampollas con hilo y betadine, estirar, masajes con voltaren.... Existe un ambiente solidario y todos ayudan a todos para poder continuar mañana, ya somos una gran familia.
Mañana volverá a ser duro, pero ya estamos metalizados de que será asi hasta el final. Un abrazo a todos y nos vemos mañana en la meta.

P.D.: como no puedo describir los paisajes como yo quisiera, en la pagina web de la carrera, ponéis "Gore-Tex Transalpine Run 2012" en Google y sale, todos los dias publican las fotos de la etapa. Con suerte nos veréis, pero si no fuese asi podéis hacerla una idea de lo que es esto, a nosotros cada noche nos impresionan.