lunes, 16 de abril de 2012

2012.04.15 iCAN Marbella - LA NATACIÓN

Son las 6:00h, apago rápido el despertador, no quiero que se espabilen las niñas. Me tomo un segundo antes de saltar de la cama, no ha sido una mala noche para estar toda la familia en la misma habitación. Anoche las niñas estaban reventadas de estar todo el día para arriba y para abajo. Nosotros pizca más o menos. Me visto y salgo a desayunar algo, Marco ha sido tan puntual como yo y chocamos las manos con un susurroso "buenos días". Tomamos algo rápidamente y vamos repasando todo el material que dejamos y que nos falta. Tal y como queríamos salimos hacia Marbella a las 6:30h. La carretera vacía invita a revisar estrategias y a especular sobre el devenir de los 2 primeros segmentos (nadar y bici).
Aparcamos y nos dirigimos tranquilamente a la zona de transición, aquello es un hervidero de gente (las inscripciones rondaban las 1.200). La gente ya está con el neopreno, revisando la bici o haciendo cola para ir al baño. Nos encontramos con conocidos de Almagro que han venido a hacer la prueba corta, les saludamos y deseamos suerte. Ultimamos el material de las bolsas que dejamos ayer y nos dirigimos al baño. Cuando acabamos de terminar oimos por megafonía que nos quedan 5 minutos para estar listos. Carajo, ya estamos con las prisas!! con lo bien que ibamos!!.
Nos ponemos aceite y los neoprenos y empezamos el desfile hacía la playa. Hay que caminar como unos 100m por la playa para llegar a la zona de salida. Los pies se me está quedando helados de caminar sobre la arena húmeda. Llegamos a la salida, estamos un montón de gente y me percato de que el único que no va con manga larga soy yo.
Todos con manga larga menos yo

Madre mía! esto es una señal. El sol quiere animar la salida y aparece segundos antes de comenzar la carrera. Siguiendo el consejo de Nacho (bi-Ironman de club) esperamos a que todo el mundo se vaya metiendo en el agua para meternos nosotros. Cuando dan la salida la imagen me recuerda a un documental sobre tortugas que alcanzan el mar y comienzan a nadar.
La boya inicial está al fondo, a la derecha del barco


La boya inicial se veía lejísimos desde la orilla. Intento ponerme el chip de "hormiguita", una brazada, otra brazada y mirada al horizonte. Repetimos, una brazada, otra brazada y..... La salida ha sido menos traumática que la del triatlon que corrí en Cuenca hace 2 años, gracias al consejo de Nacho aquí no ha habido choques de brazos, pies, sensación de ahogo,... todo ha sido progresivo. Cuando me quiero dar cuenta la primera boya está ahí, fenomenal!! Los nadadores aparecen de todos lados para rozar la boya en el giro. Afronto lleno de energía el peor tramo sobre el papel. Acabo de superar 350m y ahora viene una recta de 700m en contra de una corriente que enseguida se deja notar. Da la sensación de que despues de 4 brazadas una ola tira por la borda el trabajo y te retrasa lo que has avanzado.
Tras unos minutos paro un segundo a ver si consigo visualizar la siguiente boya, porque los nadadores que se apretaban al paso de la boya han desaparecido. Las olas han crecido y deben estar por los 0,5-1m de altura por lo que necesito de unos segundos para tener perspectiva. Veo la boya, no voy mal de dirección y continúo. Este tramo se hace largo, cada brazada que coincide con la cresta de la ola se transforma en una especie de caida en picado y cada brazada que doy debajo de la ola provoca que esta se me meta literalmente en la boca al buscar oxígeno. Uhhmmm, que sabrosa el agua salada!!. Acabo esta recta deseoso de empezar el tramo bueno según los organizadores. Ahora me quedan 200m paralelos a los iniciales y luego 650m hasta la meta del segmento de agua. Según la organización estos últimos metros vamos a "volar" con la corriente a favor.
Plano del recorrido a nado, frente a Puerto Banús

Tras pasar la última boya me coloco en la pista dispuesto a iniciar el despegue. Debo estar yendo rapidísimo por que me duelen los brazos y siento cada vez más fría el agua. Decido pararme otro segundo a apreciar todo lo que avanzo ahora. Me quedo petrificado cuando no consigo ver a nadie a mi alrededor y, lo que es peor!, no parece que haya avanzado mucho. Trabajo de hormiguita, me repito mentalmente, nadar, nadar, no pienses en acabar, solo da brazadas. Es inutil, cada vez está más fría esta maldita agua. Intento acompañarme bien de los pies pero no consigo dejar de sentir las corrientes frias por mis brazos y mis pies. Dios!, esto se está complicando, menuda mierda de prueba a la que me he apuntado. A quien se le ocurriría lo de salir a las 8:00h de la mañana estando el agua a esta temperatura. No me creo que vaya a acabar todo el mundo este infierno. Estoy a punto de tirar la toalla, este sufrimiento no merece la pena y este puñetero frío, ¿es que nadie está pasando frío?, ¿quien me mandaría cortar las mangas y las piernas del neopreno? parecía tan excesivamente grueso, incómodo y caluroso al probarmelo en el salón de casa.... Decido volver a mirar a ver cuanto queda para acabar esta mierda. Pufff!! el malecón acaba ahí mismo, ya no puedo retirarme, queda muy poco. Rema Toty, rema que ya está ahí el final!!
Nuevo objetivo, algo fácil de alcanzar: salir del agua cuanto antes. Ya veo la arena, vamos un último esfuerzo Toty!. Mis manos tocan la arena del fondo y por fin puedo andar. El agua me llega por la cintura. Me cuesta levantar rodillas y pienso que es por la altura del agua. Salgo a la orilla y me caigo de bruces en la arena. ¿Que co** está pasando? mis piernas no me responden. Me incorporo. No oigo a la gente que intenta animar, tengo frío. Mi mandíbula inicia un castañeo imparable. Dios, que frío tengo, ¿nadie se dá cuenta de que estoy helado?. Cojo mi bolsa con la equipación de la bici y llego a las sillas. Veo a Marco, ya iniciando el cambio de ropa. Me siento a su lado y me abrazo. Mis manos están temblado, no las controlo, consigo mascullarle a Marco que estoy helado y el me contesta con un escueto "ya". Miro enfrente y veo que una con pinta de guiri tiene la mandíbula bailando la misma canción que la mía. Está claro que no soy solo yo. Consigo quitarme el neopreno y me cuesta dios y ayuda abrir los cordones de la bolsa con mis manos temblando de forma exagerada. Oh oh! el agua de mar me hace de laxante de caballos y tengo que correr a los aseos para no hacermelo encima. Vuelvo a la zona de cambio, Marco sigue en lo suyo y yo no dejo de tiritar. Me cambio todo lo rápido que puedo, quiero montarme en la bicicleta ya, necesito entrar en calor. Me subo a la bici y comienzo a pedalear con ganas.

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