La rutina de la semana ha sido salir a correr 12km a las 05:40h de la mañana para estar a las 7:00 en el gimnasio. Una hora de musculación general, excepto el miercoles que hice 1km de natación, y al trabajo a las 8:00h.
Total, una semana intensa pero en la que he echado en falta rodajes largos, conteniendo mi ansiedad por los km con pensamientos estratégicos de cara al sábado. El kilometraje me sale en la horquilla de lo que quería (70-90km) para este mes, así que lo mejor es trabajar serios para evitar lesiones.
Se acercan las horas de cara a un desafío físico (acumular 30km de trail y 80minutos de rugby) y el cuerpo tiene el hormigueo previo a una competición aunque esto, parcialmente, no lo es.
Estoy durmiendo mal por culpa de dos cosas:
- El calor: anuncian temperaturas cercanas a los 35ºC y creo que aún no estamos preparados para esos niveles.
- Lesionarme: durante el trail dependo de mi, puedo dosificar esfuerzos, hidratarme más o menos, alimentarme o incluso pararme si fuese necesario. Sin embargo, en un partido de rugby, con un balón en las manos y 10 segundos de explosividad anaeróbica por delante, dejando mi cerebro sin oxígeno para pensar, solo metros que ganar y rivales que me lo impiden. Me despierto a media noche con una rotura de fibras o alguna fractura que pone en duda mi participación en la TransAlpine
Un saludo y hasta la próxima crónica.
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