lunes, 3 de septiembre de 2012

2012.09.03 Tercer día de carrera

He pasado una noche regular, no consigo dormirme y las horas pasan lentas con cansancio y dando vueltas en la cama. A las 5:15 estoy arriba, a las 5:30 la maleta tiene que estar en recepcion para que la lleven hasta el próximo campamento. Rápidamente hay que chequear todo y arriesgarnos con el tiempo, porque ayer no fuimos a la reunión y no oímos la predicción meteorológica. Marco nos acompaña a la salida y después tratara de gestionar su vuelta a España desde Múnich. La salida de hoy no invita a especular, en 500m comenzamos una subida seria, habrá que superar 1.100m de los 2.200m de la etapa. Lo bueno es que la pista es ancha, lo malo es que tardamos casi 2 horas en llegar al km 11. Me he ido enganchando a varias parejas españolas y decido quedarme con ellas, de ritmo van parecido al mío y ademas no van con intención de competir. Llegamos al primer avituallamiento (km 11), misma táctica que estos dias, comer rápido y de todo e intentar salir enseguida. Lo cumplo, no he esperado a nadie del grupo pero no tardan en cogerme, son asturianos, de Avilés (Luis y Rosana) y suben a ritmo constante y muy bien. Hoy no puedo ver nada del paisaje, una densa niebla nos acompaña, como impidiendo que veamos las gigantescas moles que tendremos que superar hoy. Cuando me quiero dar cuenta empezamos a bajar, que bien ya hemos pasado la primera cumbre de la jornada. La bajada se hace agradable, Patxi y Aranzazu se unen al grupo y vamos charlando de todo. Llegamos al 2° avituallamiento, cojo agua, me tomo una sopita caliente (el aire se esta poniendo frío) y como de todo (frutos secos, plátano, naranja, barriga energética,...). Salgo rápido, no espero a nadie pensando en que me van a coger sin problemas. Estoy en el ecuador de la jornada y de repente me vuelve la sensación de soledad. Me enfrento a la segunda subida de la jornada. La montaña parece detectar mi momento de fragilidad y va empinandose a mi paso, poniendo dureza a cada paso. Me encierro en mi mismo, me concentro en no perder el ritmo de mi subida, recuerdo la jornada de randoné en la nieve y sincronizo los bastones con mis pasos. Mi fortaleza es mi perseverancia, no me voy a dejar vencer montaña, ponte como quieras, como si quieres subir hasta el cielo, soy un Quijote, tu eres un molino, pero esta vez voy a ganar. Cuando mas metido estoy en mi mundo es cuando la montaña reconoce la derrota y me ofrece la cumbre como premio, enseñándome un paisaje que parece pintado por su perfección, con esos tonos de verdes y esa paz. Si la montaña es buena perdedora te mece en un suave descenso, si es orgullosa se enfurece e intenta que te caigas haciendo que sus bajadas se tornen abruptas y empinadas. He coronado con gran esfuerzo esta segunda cumbre. La lucha mental me ha dejado exhausto y en ese momento recibo un sms de mi tía Ceci, Dios!!, no puedo evitar volver a llorar, pero las lagrimas no salen, los sollozos mueren en mi garganta avisados de que las lagrimas no les acompañan. Es doloroso correr con un nudo en la garganta. Parece que mi dureza se concentra en no sentir el dolor, ni el cansancio, ni la soledad y me he quedado expuesto a los ataques emocionales. Llegan hasta mi Patxi y Aran, se rompe la magia de correr entre la niebla a 2.190m de altitud. ¡Como van estos vascos de compenetrados!. Aran se pone delante y no tiene piedad, ni de su novio ni de mi. El cresteo se hace largo, estoy deseando llegar al ultimo avituallamiento, tomar algo caliente y quitarme el aire frío de la cumbre (he tenido que ponerme el impermeable que me regalo mi mujer porque el aire era gélido). Estoy a punto de soltar la estela de esta pareja pero pienso que el ritmo tampoco es una locura asi que me agarro otro par de km. El avituallamiento no llega y estamos a casi 10km de meta. Por fin aparece el letrero de 1 km y me dejo llevar. Paro tranquilamente, me quito el impermeable, preparo el recuperador, como,... Me quedan 9km cuesta abajo, asi que la etapa esta hecha, hay que pensar en mañana.
Llegan al avituallamiento Luis y Rosana. Decido esperarles y bajar juntos. La bajada es una gozada, sin forzar pero sin para de correr, con un paisaje de cine. Por primera vez en lo que va de día no hay niebla y la foto es sencillamente espectacular. Entramos juntos en meta y en homenaje a mi momento de debilidad, imito a un quijote al cruzar el final. Otra etapa cumplida.
Habrá que recuperar bien para mañana. Nos han adelantado que mañana subimos casi hasta los cerca de 2.500m y que en el monte que vamos a subir hay nieve asi que hará fresquete de verdad: 43km con 1.900m de desnivel. Dicen que si sobrevives a la etapa de mañana ya tienes media transalpina en el bolsillo. A ver que tal se da. Un abrazo a todos y hasta la meta de mañana.

Iván y Jose Luis van los 63 de la general y su categoría bajan a la 34
José Carlos y Luismi han llegado los 43 de la general y los 10 de la categoría.
Yo, por tiempos, estaría el 154 de la general.

P.D.: hemos tardado entre 6h 20min (los del corricollano) y 7h 14min yo, entre situarnos en el campamento y subir a cenar a la estacion de esquí (con 20min de teleférico incluido, incluyo foto) por lo que he tardado mucho en poder enviar la crónica. Mañana si puedo lo hago antes, pero hay muchos condicionantes.

1 comentario:

  1. Hostias, ahora os veo con las Salomon XA PRO 3D ULTRA y me dan dolores de todo!! Que poca amortiguación, si con éso os estáis metiendo al Transalpine sois la caña!!!

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